Tecnología
Movilidad urbana

París, Roma y Róterdam adoptan la movilidad intermodal, España da un paso atrás

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

La movilidad intermodal, esencial para el desarrollo sostenible de las ciudades, está encontrando caminos divergentes en Europa. Mientras París, Roma y Róterdam adoptan políticas inclusivas, España se enfrenta a un retroceso con la nueva normativa de Renfe, vigente desde el 12 de diciembre, que prohíbe el acceso a los trenes con patinetes eléctricos. Esta decisión, percibida como severa por muchos usuarios y colectivos, se fundamenta en el riesgo de explosión de las baterías de estos vehículos.

Un modelo híbrido como solución

NIU, un referente en la fabricación de vehículos eléctricos de dos ruedas, señala que los incidentes relacionados con baterías son excepcionales y suelen estar vinculados a manipulaciones inapropiadas o a fallos de fabricación por parte de productores no regulados. La empresa argumenta que la medida adoptada por Renfe es contraproducente para el avance de una movilidad intermodal y sostenible, crucial en un contexto global donde la reducción de la huella de carbono es una prioridad.

La restricción impuesta por Renfe representa un reto evidente en la búsqueda de un modelo de movilidad multimodal y sostenible, especialmente en un momento donde es imperativo fomentar alternativas de transporte no contaminantes. La compañía ferroviaria justifica su decisión basándose en incidentes previos de incendios de baterías en transportes públicos. Sin embargo, aclaran que estos sucesos están mayormente relacionados con la manipulación incorrecta de las baterías, uso de cargadores no adecuados, entre otros factores.

Europa toma otro camino

En contraste, otras ciudades europeas están implementando políticas más flexibles y colaborativas. Por ejemplo, en Róterdam, la red de transporte público RET ha establecido alianzas con empresas de transporte compartido y alquiler de bicicletas y patinetes eléctricos, ofreciendo descuentos a los usuarios que optan por una combinación de diferentes medios de transporte. Este enfoque de colaboración refleja un compromiso con la movilidad sostenible y la intermodalidad.

En París, las autoridades han adoptado un enfoque más equilibrado, permitiendo el acceso de patinetes eléctricos y bicicletas al transporte público con ciertas restricciones, como la necesidad de que estos estén plegados y se consideren como equipaje adicional. Durante las horas punta, el acceso con estos vehículos puede estar limitado, pero se permite su uso más libre durante los fines de semana.

Roma, por su parte, ha sido pionera en la implementación de un modelo de movilidad multimodal. La capital italiana ha lanzado una legislación que promueve la combinación de diferentes medios de transporte, con un enfoque especial en servicios de bicicletas y scooters compartidos. La ciudad ha ampliado la cobertura de estos servicios a todas las zonas, ofreciéndolos gratuitamente a los usuarios con abonos de transporte y facilitando la integración de estos medios con el transporte público tradicional.

Desde NIU, se enfatiza que los patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal son seguros y que sus baterías no representan un riesgo mayor de explosión o incendio que las de otros dispositivos electrónicos. Daniel Muñoz, Iberia Country Manager de NIU, sugiere que antes de imponer una prohibición total, se debería priorizar la certificación de seguridad de los dispositivos disponibles en el mercado. Esto permitiría que aquellos patinetes que cumplan con las normativas de seguridad puedan continuar siendo usados en el transporte público y así seguir apostando por la movilidad intermodal.

«Por eso pensamos que antes de llegar a una prohibición total como la que ha entrado en vigor se debería hacer un esfuerzo por garantizar la certificación de los dispositivos disponibles en el mercado para que, al menos aquellos que cuenten con las debidas garantías de seguridad, puedan seguir accediendo al transporte público, ya que muchos usuarios necesitan estos vehículos para llegar cada día al trabajo o a clase», añade. Y subraya que «nos consuela saber que la nueva normativa de homologación de estos vehículos, que entrará en vigor el próximo 22 de enero de 2024, reducirá significativamente el interés de quienes han buscado enriquecerse sin prestar atención a la calidad de los mismos».

La marca también subraya la importancia de la nueva normativa de homologación para vehículos eléctricos, que entrará en vigor en enero de 2024, esperando que contribuya a mejorar la calidad y seguridad de estos dispositivos. Sin embargo, el responsable de NIU en España lamenta la falta de diálogo y colaboración con los operadores de transporte público, destacando que la prohibición podría haberse abordado mediante otras soluciones que alineen los objetivos comunes de reducir la contaminación y promover una movilidad sostenible.