LOS VÍDEOS DEL 'CASO NACHO CANO' - PARTE I

El vídeo del testimonio de la inspectora laboral que exculpa a Nacho Cano: «Vi becarios, no trabajadores»

La subinspectora mantuvo una posición firme y coherente a lo largo de toda su declaración

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Ángel Moya

La subinspectora de Trabajo que acompañó a la Policía Nacional para examinar la situación de los becarios de Nacho Cano exculpó al productor durante su declaración ante la juez del caso. Así lo demuestra el vídeo de la comparecencia judicial de la inspectora laboral al que ha tenido acceso OKDIARIO. La funcionaria le aclaró a la juez que los becarios no eran trabajadores encubiertos: «Yo vi a profesores dando clases y alumnos recibiendo clases».

La subinspectora pertenece al grupo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que colabora de manera directa con la Policía Nacional en sus investigaciones. En este caso la avisaron con premura para que acompañara a los policías de la comisaría del distrito Centro de Madrid en su intervención en los locales de una parroquia donde recibían las clases los becarios del espectáculo Malinche, de Nacho Cano.

El 25 de septiembre de 2024 la inspectora laboral entregó su informe y en enero de 2025 fue llamada a declarar y para ratificarlo en sede judicial. Allí relató: «Cuando llegamos, los becarios estaban dando clases de canto, interpretación y de entrenamiento personal. Identifico a las profesoras que dicen pertenecer a Malinche. Identifiqué a los alumnos por sus pasaportes, yo no sé si están ilegalmente en España. Llego a la conclusión de que los becarios no están haciendo ninguna actividad laboral».

Inusual tono indagatorio de la juez

La actuación de la juez Inmaculada Iglesias, titular del juzgado número 19 de Madrid, durante la comparecencia de la subinspectora de Trabajo generó cierta controversia por la naturaleza y el tono del interrogatorio. A pesar de que la funcionaria compareció en calidad de perito que había actuado a petición de la Policía Nacional, el interrogatorio adoptó un carácter especialmente intimidatorio durante la fase de instrucción.

Aunque la magistrada estableció inicialmente que el objetivo de la comparecencia era la ratificación del informe y la aclaración de dudas, el desarrollo del interrogatorio pareció cuestionar la metodología y las conclusiones del trabajo realizado por la inspección. Sin embargo, la subinspectora mantuvo una posición firme y coherente a lo largo de toda su declaración.

La funcionaria insistió en que el objeto de su investigación no era determinar la situación administrativa de los jóvenes mexicanos en España -un aspecto que recientemente ha sido resuelto por un juzgado de lo contencioso, que ha considerado legal tanto su entrada como su estancia en el país-, sino establecer si existía o no una relación laboral con la productora del musical.

Durante su testimonio, la subinspectora defendió la exhaustividad de su investigación, detallando que siguió los protocolos habituales en este tipo de inspecciones. Explicó que realizó entrevistas individuales a todas las personas implicadas y tuvo acceso a una amplia documentación que le permitió concluir que los jóvenes mexicanos eran efectivamente becarios y no trabajadores.

«Recibían clases»

Según el vídeo de la declaración judicial de la inspectora, ésta no visita los centros de trabajo como el teatro donde se desempeña la obra. La subinspectora llega a sus conclusiones entrevistando a los representantes de la empresa, a los propios becarios y recogiendo sus observaciones. Entre todos estos factores, responde en varias ocasiones a una pregunta principal: ¿Vio que los becarios estaban ensayando para un trabajo o estaban aprendiendo como alumnos? Y la subinspectora contesta en varias ocasiones: «Yo vi a profesores dando clases y a alumnos recibiendo las clases».

La declarante, entre preguntas, aclara que su actividad no estuvo limitada por la Policía en ningún momento. A continuación aclara que según la documentación que examina, los becarios no estaban sustituyendo de forma ilegal a trabajadores: «Los becarios salían de forma puntual en algunas actuaciones en función de su formación y el desarrollo de su aprendizaje esa semana». La inspectora acompaña sus afirmaciones con otro dato: «De los 64 trabajadores de Malinche, la inmensa mayoría,por no decir todos, estaban dados de alta». Eso descarta la acusación de que los becarios eran usados como trabajadores. Los abogados le preguntan: «¿Ha visto que algún trabajador haya sido sustiuído por un becario?», y la inspectora contesta que no.

«Cobraban como becarios»

El tercer punto relevante que tuvo que aclarar la subinspectora de Trabajo ante la juez hizo referencia al presunto «sueldo» que cobrarían los becarios si en realidad estaban haciendo un trabajo de forma encubierta. Según la inspectora de trabajo que examinó y tomó declaración a los becarios y a sus profesores, los becarios recibían una prestación económica, la mayoría en especie, y muy escasa, por lo que no se puede considerar que se les pagaba un salario como si fueran trabajadores.

En este momento, el abogado de la defensa de Nacho Cano recoge la afirmación de la inspectora ante la juez y le pregunta si dado que la beca incluía alojamiento y una pequeña cantidad económica, cuál es el motivo por el que no se puede considerar eso un salario y a los becarios trabajadores encubiertos.

Según la inspectora, en su declaración ante la juez, «porque para determinar que existe una relación laboral tienen que tener la premisa de que sea un trabajo voluntario, retribuido, dependiente o en cuenta ajena, y estar bajo la dirección y organización de otra persona, eso no solamente se determina con una percepción salarial, con una percepción económica».

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