LEÓN

La «cultura gitana» sirve de atenuante al violador de una niña: pedían 37 años de cárcel y le imponen 8

Dejó embarazada a la menor en tres ocasiones cuando tenía entre 12 y 15 años

"En la cultura gitana las uniones de pareja se producen a edades muy tempranas"

gitana violador
La Audiencia Provincial de León en una imagen de archivo.
Ángel Moya

El concepto de la «cultura gitana» le ha servido de atenuante a un violador acusado de agresión sexual a su pareja desde los 12 años hasta los 15 en León. En el caso enjuiciado por la Audiencia Provincial de León, fue la Fiscalía quien solicitó esta atenuante y ninguna de las partes presentó alegaciones.

La Fiscalía pedía para el acusado una condena de 37 años por tres delitos de agresión sexual, uno de violencia de género en su modalidad de maltrato físico y otro más de maltrato habitual a la menor, pero el acusado aceptó los hechos y se llegó a un acuerdo entre las partes, por lo que finalmente ha sido condenado a 8 años y 9 meses de prisión por un delito de agresión sexual continuado.

A pesar de que el acusado tenía siete años más que la víctima cuando sucedieron los hechos y de que la niña dio a luz en tres ocasiones, a los 12, 13 y 15 años, la Audiencia Provincial de León ha terminado asumiendo el concepto de «cultura gitana» para reducirle la pena al violador.

La niña dijo que fueron consentidas

El tribunal argumenta que «si bien existe una importante diferencia de edad entre víctima y su violador, no hay que olvidar que, en la cultura gitana, las uniones de pareja se producen a edades muy tempranas» y la víctima «manifestó que, pese a su corta edad, sabía lo que eran las relaciones sexuales y sus consecuencias y consintió dichas relaciones sabiendo de su trascendencia e importancia, pues en su cultura las niñas de su edad suelen empezar a emparejarse y tener hijos».

En este sentido, la sentencia aclara que los hechos enjuiciados han de tener responsabilidad penal «por su gravedad», pero precisa que se aplica una circunstancia atenuante cualificada por la «menor antijuricidad del hecho».

Y para ello, interpreta el artículo del Código Penal que habla de «libre consentimiento» de menores de 16 años cuando «el autor sea una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez física y psicológica».

El tribunal recurre a otra sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en la que ya se arguye que esa cultura compartida entre la menor y el agresor «refuerza la conclusión de que ambos se hallaban en cierta manera próximos en el citado grado de desarrollo o madurez física o psicológica».

En un primer momento, se pedía para el acusado una condena de 37 años por tres delitos de agresión sexual, uno de violencia de género en su modalidad de maltrato físico y otro más de maltrato habitual, pero el hombre aceptó los hechos y se llegó a un acuerdo entre las partes, por lo que finalmente la petición de cárcel fue de 8 años y 9 meses de prisión por un delito de agresión sexual continuado.

También en su escrito final, el fiscal matizaba para reducir la petición de pena del violador que ambos eran de etnia gitana, una cultura en la que son habituales este tipo de matrimonios antes de cumplir la mayoría de edad.

Igualdad critica la sentencia

La directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación y contra el Racismo del Ministerio de Igualdad, Beatriz Micaela Carrillo, ha calificado de «absoluta vergüenza» la sentencia, especialmente por el uso de ese atenuante.

«La sentencia es una absoluta vergüenza. Y mucho más aludir a una supuesta costumbre inexistente para atenuar la pena. El Código Penal no excluye el amparo y la protección a los menores gitanos, de lo contrario se estaría defendiendo que abusar, agredir o violar a las niñas gitanas tiene pocas consecuencias legales», ha manifestado Carrillo en redes.

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