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¿Qué santos se celebran hoy, sábado 26 de julio de 2025?

Santa Ana y San Joaquín, padres de María, destacanen la celebración de los santos para este día

¿Qué santos se celebran hoy, sábado 26 de julio de 2025? Cada día, la Iglesia católica conmemora la vida de varios santos que, desde contextos y épocas muy distintos, dejaron huella por su fe, su entrega y su legado espiritual. Esta jornada está marcada, sobre todo, por la celebración a Santa Ana y San Joaquín, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús. Su figura es especialmente entrañable para muchas personas creyentes, pues representan la ternura, la sabiduría y la fe que atraviesa generaciones. Se les honra juntos desde la reforma del calendario litúrgico tras el Concilio Vaticano II, reconociendo su papel esencial en la historia de la salvación.

El culto a Santa Ana tiene raíces antiguas, mientras que la devoción a San Joaquín fue desarrollándose más lentamente, aunque hoy se ha extendido por todo el mundo. Además de ellos, también recordamos este 26 de julio a una santa mucho más reciente: Santa Bartolomea Capitanio, una joven religiosa italiana que murió a los 26 años tras haber entregado su corta vida al servicio de los enfermos y a la educación cristiana. Conozcamos al detalle, la vida de cada uno de estos santos, además de enumeraros al resto que se conmemoran también en este día.

Santa Ana

Aunque Santa Ana no aparece mencionada en los evangelios canónicos, su historia nos ha llegado a través del Protoevangelio de Santiago, un texto apócrifo del siglo II. Allí se la describe como una mujer piadosa y generosa, casada con Joaquín, con quien formaba una pareja adinerada pero marcada por la tristeza de no poder tener hijos. Según la tradición, ambos rezaron con insistencia hasta que un ángel les anunció que serían padres. De esa promesa nacería María, la madre de Jesús.

Santa Ana ha sido desde la Edad Media una figura muy querida, patrona de mujeres trabajadoras, abuelas, educadoras y mineros, ya que se considera que Jesús es el oro, María la plata y Ana la veta que une ambos metales. La iconografía la representa con una larga túnica y un libro en las manos, o bien en compañía de la Virgen niña y, a veces, del propio Niño Jesús. Este tipo de imagen familiar, conocida como la Triple Santa Ana, fue especialmente popular en la Europa medieval y renacentista.

Su culto se expandió rápidamente gracias a órdenes religiosas como los Carmelitas Descalzos. En muchas localidades de tradición cristiana, el 26 de julio se celebra con fiestas populares, misas y romerías.

San Joaquín

Durante siglos, San Joaquín fue una figura poco destacada dentro del calendario litúrgico, pero su papel como esposo de Santa Ana y padre de la Virgen María le otorga un lugar esencial en la tradición cristiana. Según el Protoevangelio de Santiago, era un hombre rico, generoso con los pobres y fervoroso en su fe. Sin embargo, fue rechazado por el sacerdote del templo por no tener descendencia, lo que le llevó a retirarse al desierto, donde ayunó y oró durante cuarenta días. Un ángel le anunció, junto a Ana, que serían padres de una niña destinada a una misión excepcional.

La iconografía religiosa lo representa a menudo en el emotivo momento del encuentro con Ana en la Puerta Dorada de Jerusalén, sabiendo ya ambos que serían padres. Aunque no se menciona en los evangelios canónicos, su historia fue recogida en la Leyenda Áurea y ampliamente difundida en el arte cristiano, especialmente en el Renacimiento. A partir del siglo XVI, su festividad comenzó a celebrarse en distintas fechas, hasta que fue unificada con la de Santa Ana el 26 de julio tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.

San Joaquín es patrono de los abuelos, los padres, los carpinteros, los matrimonios y muchas localidades de tradición cristiana. Su figura ha sido también reconocida en el Islam, bajo el nombre de Imrán, como ancestro de María y profeta de Dios. En un mundo que a menudo olvida el valor de lo discreto y silencioso, San Joaquín nos recuerda que la fe perseverante y la humildad también construyen historia.

Santa Bartolomea Capitanio

La vida de Santa Bartolomea Capitanio es un testimonio conmovedor de cómo una existencia breve puede transformarse en fuente de luz para muchos. Nacida en Lóvere, Italia, en 1807, desde muy joven mostró una sensibilidad especial hacia los más necesitados, especialmente los enfermos y los niños. Fue a los 17 años cuando conoció a Vincenza Gerosa, una mujer mayor con similares inquietudes espirituales. Juntas fundaron la congregación de Las Hermanas de la Caridad de Lovere, siguiendo el ejemplo del gran San Vicente de Paúl.

A pesar de su juventud, Bartolomea asumió con madurez la misión de enseñar, cuidar y aliviar el sufrimiento de los más desfavorecidos. Sus días se repartían entre la oración y la acción, en una entrega sin descanso que acabó por mermar su salud. Falleció el 26 de julio de 1833, con tan solo 26 años, pero dejó sembrado un carisma que florecería con fuerza en las décadas siguientes.

Fue beatificada en 1926 y canonizada en 1950, y hoy es reconocida como patrona de Lóvere, junto con su compañera Vincenza. Su orden sigue activa en múltiples países, y su legado continúa a través de colegios, hospitales y misiones. En un mundo en el que la juventud a veces se percibe como tiempo de espera o transición, Bartolomea Capitanio demuestra que la generosidad y la fe no tienen edad.

Otros santos que se celebran el 26 de julio

Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos: