La policía detiene a 81 personas por compartir archivos pedófilos en internet

La policía detiene a 81 personas por compartir archivos pedófilos en internet

La Policía ha detenido a 81 hombres en 28 provincias por compartir archivos pedófilos por internet, algunos de contenido «brutal», en la que supone la mayor operación contra la pornografía del año, que pretende cortar «de raíz» estas conductas cuando aún se limitan al visionado de fotos y vídeos en la red.

Los arrestos se han llevado a cabo gracias a un programa informático adquirido por la Policía Nacional que rastreó minuciosamente la red varias semanas de noviembre del año pasado en busca de ordenadores que albergaran 25 o más archivos pedófilos y los arrestos se produjeron durante seis meses -de mayo a octubre- en numerosas localidades repartidas por toda la geografía.

Los más numerosos tuvieron lugar en Madrid (14 personas), Barcelona (11), Valencia (6), Alicante (6), Sevilla (5), Islas Baleares (4) y Pontevedra (4). También ha habido detenidos en Cádiz (3), Girona (2), Albacete (2), Valladolid (2), Huelva (2), Jaén (2), Málaga (2), Navarra (2), Las Palmas (2), Guipúzcoa (1), Vizcaya (1), Zamora (1), Tenerife (1), A Coruña (1), Cantabria (1), Tarragona (1), Lleida (1), Almería (1), Murcia (1), Asturias (1) y Zaragoza (1).

Los presuntos pederastas compartían vídeos y fotografías con menores abusados, algunas de contenido que la Policía califica de brutal y sádico, como bebés de 1 año maniatados, mediante el sistema conocido como Peer to Peer (P2P), muy popular para descargar películas valiéndose de programas como el Emule. Esta herramienta, según ha explicado un oficial de la Oficina de la Unidad de Investigación Tecnológica encargado del caso, es muy sencilla de manejar, por lo que cualquier persona con conocimientos básicos de informática puede hacerlo.

Sus perfiles son muy variados. «Hay de todo: casados con hijos, solteros, menores de edad… En la pederastia no hay un perfil fijo, son de todos los niveles socioeconómicos, en realidad podría ser tu vecino. Si le preguntaras a los vecinos de los detenidos no se lo creerían», resumen este investigador, que lleva siete años trabajando para frenar los delitos a menores en internet.

Así, en los 80 registros practicados hasta este mismo mes la Policía se encontró con mujeres con hijos que nada sabían de las actividades de su pareja en internet, dos menores de edad -en la casa de uno de ellos había plantas de marihuana y se detuvo también a su padre- y dos personas con discapacidad intelectual a las que no se podrá juzgar por inimputables.

«Hemos visto auténticos dramas en algunas casas, madres con hijos preocupadas por si su marido había hecho algo a sus niños», explica el oficial, que aclara que en principio no hay indicios de que estos arrestados abusaran de los menores.

Según el agente, la gran mayoría de las víctimas menores no son españolas y las que sí lo son ya están identificadas -a falta de analizar toda la información incautada-. Se trata de imágenes que circulan por la red de niños de países donde el control sobre este tipo de actividades es nulo o muy bajo, especialmente de Sudamérica, sudeste asiático (como Tailandia o Camboya, donde prolifera el turismo sexual) o Rusia.

Para muchos usuarios, estos archivos camuflados bajo nombres, por ejemplo, de películas de animación infantiles, aparecen a modo de «sorpresa» cuando se abren -y se pueden denunciar en un formulario colgado en la página de la Policía-, pero algunos pedófilos saben bien cómo encontrarlos porque usan palabras clave que comparten entre ellos.

Otros, explica el inspector, llegan a ellos «por error» al descargar películas o pornografía para adultos, pero les despiertan este tipo de conductas sexuales desviadas, muchas veces a personas que, con la crisis, han perdido su trabajo y tienen tiempo libre para navegar por internet.

Detenerlas cuando todavía se dedican a visualizar pornografía a infantil es, según el oficial, una forma de «cortar de raíz» el problema y evitar que avancen hacia el conocido como «grooming» o acercamiento a los menores mediante redes sociales y, de ahí, directamente a los abusos en persona.

Ahora, los agentes procederán a analizar todo el material incautado -96 discos duros, 58 ordenadores, 68 «pendrives» y cámaras fotográficas y de vídeo, entre otras cosas- para investigar si pudo haber delitos de producción de material pedófilo o de abusos sexuales, mientras se sigue rastreando la red en busca de nuevos presuntos delincuentes.

Los detenidos durante estos meses han ido pasando a disposición de los 70 juzgados de instrucción repartidos por toda la geografía que se encargan de sus casos, y algunos, como un arrestado en Jaén, ya están en espera de juicio, en este caso enfrentándose a una pena de 8 años de prisión.

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