El niño que quiso vestir de Messi y no tenía dinero para hacerlo

El niño de la camiseta de plástico acostado. Según la televisión turca era iraquí. Pero la BBC lo ha encontrado en una remota y pobre aldea de Afganistán. Allí vive Murtaza Ahmadi. «Ojalá sea el Messi afgano», dice su padre. Obsesionado con el jugador del FC Barcelona, quiere conocerlo y tener su camiseta; algo impensable en el lugar del planeta donde vive. Además de talibanes, no hay muchas más cosas. Juega al fútbol pero con un balón de volleyball. Y la felicidad se la ha dado una bolsa de plástico que encontró, de esas que tiramos en el primer mundo. Por suerte tenía los colores y las rayas de la selección argentina. Su hermano de quince años hizo el resto. La convirtió en camiseta, y a boli pintó el ’10’. La foto de Murtaza feliz se la mandó a su tío de Autralia que la colgó en Facebook. Barça, Federación Afgana de Fútbol y jugador ya han hablado. Habrá encuentro. Dónde y cuándo no se sabe. Pero sí sabemos que los sueños se cumplen.