El cambio más brutal que asustará a los ‘millenials’: el actor que no reconocerás

Los millenials seguro que no podrán reconocer a un actor que a principios de siglo sufrió l cambio más brutal que asusta hasta los expertos. Hay papeles que marcan para toda la vida, actores que siempre serán encasillados en un tipo de obra que les habrá convertido en uno de los más aplaudidos y aclamados del momento. A finales de 1999 el papel de Manolito Gafotas marcó a un joven actor que ha sufrido un cambio radical en estos últimos 20 años. No reconocerás a este actor nada más verlo.

El actor que no reconocerás

Este actor empezó a triunfar siendo un niño en uno de los papeles que le ha marcado para siempre. El paso del tiempo hace que esos pequeños que nos enamoraron en la pantalla acaben sufriendo una transformación que es difícil de asimilar. A este hecho, los años de más en pleno crecimiento, se le suma una caracterización muy especial.

Manolito Gafotas era ese joven con gafas que representaba a aquellos que no entraban en la media. Era un niño que luchaba para ser aceptado con sus características peculiares, un antihéroe, nada que ver con la tendencia de aquellos tiempos que fue el protagonista de infinidad de historias.

Un niño gordito y con gafas sería el papel que marcaría a Daniel Sánchez del Rey, por aquel entonces, un niño que creció frente a las pantallas de televisión y lo hizo para romper esquemas. De ese papel a la actualidad nada tiene que ver. En estos años se ha hecho adulto y se ha convertido en todo un referente.

No deja de ser un joven, al que en algunas ocasiones confunden con otros. La vida de Sánchez del Rey ha estado alejada de las cámaras desde que protagonizará su último papel en la serie Amar es Para Siempre donde apareció en un par de episodios. El gusanillo de la interpretación siempre lo ha tenido dentro.

De igual forma que en unos años se ha convertido en fuente de bulos en redes sociales. En 2015 lo confundieron con un concejal. No coincidía en edad, como tampoco en forma física este hombre ya no lleva gafas y tiene un aspecto radicalmente distinto a cómo era con anterioridad. La vida de Daniel está lejos de su primer papel en Manolito Gafotas.