El apartamento privado de la Reina Sofía dentro de Zarzuela: con cinta de correr y sin grandes lujos

Mientras su papel institucional se ha ido reduciendo con el paso de los años, la Reina Sofía sigue formando parte esencial de la vida de la Familia Real. Aunque su presencia en actos públicos es cada vez más esporádica, su influencia permanece constante, tejida a través de vínculos familiares y de un estilo de vida alejado del lujo. En OKDIARIO sabemos que Su Majestad tiene a su disposición un apartamento privado dentro del Palacio de la Zarzuela, un espacio donde vive con serenidad, acompañada de su hermana Irene de Grecia, con quien mantiene una estrecha convivencia desde hace años.

Lejos de los prejuicios que suele asociarse a las residencias reales, las dependencias que ocupa doña Sofía están marcadas por la sencillez y la funcionalidad. Su residencia habitual se encuentra en una zona específica del palacio que fue diseñada para ofrecer privacidad y comodidad, sin ostentación. Se trata de una parte del edificio destinada originalmente a alojar a su madre, Federica de Hannover, y a su hermana, en la década de los setenta. Con el paso del tiempo, esa misma área ha terminado por convertirse en el refugio personal de la Reina emérita. Podemos adelantar un dato curioso: tiene una cinta para correr.

La Reina Sofía vive su hermana Irene

La zona que ocupa no forma parte del pabellón donde actualmente viven los Reyes Felipe y Letizia, sino que está ubicada en la primera planta del edificio principal. Esta separación permite que cada miembro de la familia mantenga su independencia y privacidad, algo especialmente relevante desde que el Juan Carlos I trasladó su residencia a Abu Dabi en 2020. Desde entonces, doña Sofía ha permanecido en Zarzuela, administrando con discreción su papel dentro de la institución y cuidando de los suyos.

Uno de los elementos que definen esta etapa vital de la Reina emérita es su dedicación a la familia. Especialmente significativa es la relación que mantiene con su hermana Irene, quien también reside en el palacio desde hace tiempo. Con problemas de salud que han limitado sus desplazamientos, Irene de Grecia encuentra en Zarzuela un espacio seguro y protegido, donde cuenta con los cuidados constantes de su hermana. La convivencia entre ambas es serena, marcada por una vida pausada y alejada de la vorágine mediática.

Aunque el apartamento no es extenso si se compara con otras zonas del complejo, está completamente acondicionado. Dispone de varios dormitorios, un baño amplio y una acogedora sala de estar, donde las hermanas comparten momentos cotidianos y recuerdos de una vida marcada por la diplomacia y los deberes institucionales. La ausencia de una cocina privada no representa un inconveniente, ya que en el semisótano del palacio existe una cocina general donde el personal prepara diariamente los menús de ambas.

La Reina Sofía tiene una cinta para correr

Doña Sofía continúa esforzándose por mantenerse activa. Uno de los detalles menos conocidos de su apartamento es la presencia de una cinta de correr instalada en su dormitorio. Este aparato le permite caminar a diario, incluso cuando las condiciones meteorológicas o su agenda impiden salir al exterior. La práctica de ejercicio moderado es una constante en su rutina y una forma de preservar la movilidad y la salud física, algo que siempre ha valorado profundamente.

Esta atención por el bienestar físico no es nueva. A lo largo de su vida, la Reina ha mostrado gran interés por la alimentación equilibrada y los hábitos saludables. A diferencia de la imagen distante que a veces se asocia con las casas reales, su estilo de vida es sorprendentemente austero y disciplinado. El ejercicio diario es solo una manifestación más de esta filosofía de vida, que ha conservado desde su juventud.

La elegancia del Palacio de la Zarzuela

Aunque el interior del apartamento de doña Sofía no ha sido fotografiado oficialmente, puede deducirse que su estilo sigue la línea estética general del Palacio de la Zarzuela. La decoración, marcada por la tradición y el uso de materiales nobles, se caracteriza por la presencia de madera, alfombras clásicas, lámparas de cristal y tapices que evocan la historia monárquica. Estos elementos ofrecen calidez y preservan la coherencia arquitectónica del edificio, concebido como un lugar de trabajo y residencia al mismo tiempo.

Además de estos elementos ornamentales, es razonable pensar que en su pequeño salón haya espacio para objetos personales y recuerdos familiares: fotografías de sus hijos y nietos, libros con anotaciones personales, obras de arte discretas y recuerdos de sus viajes o compromisos oficiales. Todo ello contribuye a crear un ambiente íntimo, en el que la Reina se siente cómoda y protegida.

Aunque su residencia oficial continúa siendo Zarzuela, la Reina Sofía pasa temporadas fuera de España, siempre que sus compromisos se lo permiten. Con frecuencia viaja a Suiza, donde vive su hija, la infanta Cristina, o a Grecia, país al que sigue vinculada tanto afectiva como emocionalmente. En ambos destinos disfruta de estancias prolongadas, siempre acompañada de su inseparable hermana. Estos viajes tienen un componente familiar y también terapéutico. Le permiten reconectar con sus raíces y disfrutar de la intimidad que no siempre encuentra en España. No obstante, Zarzuela sigue siendo su punto de referencia.