innovación farmacéutica

La vacuna que revoluciona la lucha contra el cáncer: primeros ensayos en páncreas, piel, pulmón y colon

Hay más de 60 vacunas ARNm en ensayos clínicos, incluidos varios en fase III, y se espera que la primera aprobación llegue entre 2028 y 2029

Vacunas cáncer
Una técnico realiza un análisis en un laboratorio.
Diego Buenosvinos

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En un momento en que el cáncer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en el mundo, surge una innovación capaz de cambiar las reglas del juego. Las vacunas terapéuticas basadas en ARNm ya no son una promesa lejana: se perfilan como la próxima frontera en oncología personalizada. Gracias a ellas, el sistema inmune podría convertirse en el activo más poderoso para detectar y eliminar tumores, marcando un avance sin precedentes para la humanidad.

¿En qué consisten estas vacunas? A diferencia de las vacunas tradicionales —que previenen infecciones— estas son terapéuticas y altamente personalizadas. Se secuencia el ADN del tumor de cada paciente para identificar mutaciones específicas llamadas neoantígenos. Luego se diseña un ARN mensajero que instruye al cuerpo para producir esas proteínas mutantes, entrenando así al sistema inmune a cazarlas y destruirlas.

Una transformación:

Las tecnologías combinan AI, CRISPR y sistemas de entrega nanoparticulada que amplifican la efectividad de la vacuna.

Plataformas descentralizadas permiten fabricar dosis personalizadas más rápido y cerca de los hospitales.

Primeros frutos en los ensayos

Pancreático: la vacuna autogene cevumeran, desarrollada por BioNTech y Roche, ha mostrado resultados notables: en una prueba con 16 pacientes, la mitad permaneció libre de cáncer tras más de tres años, y seis de los ocho respondedores, completamente sin enfermedad

KRAS-mutado (páncreas y colorrectal): la vacuna ELI‑002 alcanzó respuestas inmunes en el 84 % de los casos y redujo a más de la mitad el riesgo de recaída tras cirugía

Melanoma y cáncer de pulmón: mRNA‑4157 (o V940), de Moderna y Merck, redujo en un 44 % el riesgo de recidiva en melanoma junto a Keytruda, alcanzando un 75 % de eficacia preventiva en fase III

Riñón (cáncer renal avanzado): un ensayo en 9 pacientes mostró respuesta inmune en todos; 7 mantuvieron linfocitos T activos por años, con efectos secundarios leves

Cáncer de mama: una vacuna experimental destinada al cáncer de mama triple negativo indujo respuesta en ¾ de las voluntarias participantes en fase I, con irritación ligera en el punto de inyección

El entorno regulatorio y comercial

En el Reino Unido, la alianza del sistema sanitario (NHS) con BioNTech planea tratar a 10.000 pacientes con vacunas personalizadas antes de 2030. La agencia reguladora MHRA también abrió consultas públicas para facilitar su aprobación

Mientras tanto, GSK invierte 50 millones junto a la Universidad de Oxford para desarrollar vacunas preventivas contra células precancerosas, utilizando tecnología mRNA y secuenciación de neoantígenos

La industria apunta a la comercialización: hay más de 60 vacunas ARNm en ensayos clínicos, incluidos varios en fase III, y se espera que la primera aprobación llegue entre 2028 y 2029

Desafíos y perspectivas

A pesar del entusiasmo, hay obstáculos significativos:

Política y financiación: en EE.UU., recortes y restricciones a proyectos mRNA pudieran frenar el progreso

Accesibilidad: la producción personalizada sigue siendo costosa y compleja, aunque se están desarrollando plataformas más asequibles.

Eficacia variable: sin respuesta inmune robusta, algunos pacientes no se benefician tanto, por lo que es clave entender la variabilidad

Aun así, el consenso es contundente: estas vacunas representan un cambio de paradigma que podría convertir al sistema inmune en el eje central del tratamiento oncológico

Una nueva era de inmunoterapia

La evidencia actual es prometedora: respuestas duraderas, menor tasa de recaídas y seguridad. Las vacunas mRNA contra el cáncer ya no son una teoría, sino una realidad emergente, con potencial para tratar múltiples tipos de tumores y, en un futuro cercano, prevenir su aparición.

Las previsiones apuntan a que entre 2028 y 2029 podríamos ver las primeras vacunas aprobadas comercialmente. Entonces, lo que hoy es esperanza, será una herramienta clínica que marque un antes y un después en la historia de la medicina.

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