Los tumores cerebrales más agresivos se distribuyen en parejas para estimular el crecimiento del cáncer
Los glioblastomas son los tumores más agresivos de los que se forman en el cerebro
Sus células se organizan en pares para hacer que la enfermedad avance más rápidamente
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Científicos de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos) han observado que un tipo de tumor agresivo y resistente a los tratamientos se caracteriza por contener células inmunitarias que se organizan de dos en dos para facilitar el avance del cáncer.
En el último número de la prestigiosa revista Science, los investigadores explican cómo han identificado pares de células conocidas como MDSC (del inglés myeloid-derived suppressor cell o células mieloides supresoras) que trabajan juntas y se alimentan mutuamente para acelerar el crecimiento del tumor.
Drew Pardol, coordinador del estudio, explica que las células que originan los tumores (células madre del cáncer) representan únicamente un 5% o 10% de su volumen total, pero son cruciales para su crecimiento y agresividad. Su equipo ha observado que las células MDSC y las células que originan los tumores se sitúan en el mismo lugar, donde se conectan y trabajan de forma coordinada.
Para llegar a esta observación los científicos llevaron a cabo análisis genéticos sobre 33 tipos de tumores cerebrales de diferente grado, y vieron dos poblaciones de MDSC en los glioblastomas. Con un análisis posterior sobre 750.000 células tumorales y las células asociadas a ellas vieron que las MDSC se sitúan junto con las células madre tumorales.
Christina Jackson, miembro del equipo, recuerda que «el glioblastoma es un tumor cerebral extremadamente agresivo con una habilidad muy llamativa para evitar la acción del sistema inmune, lo que ha hecho que las terapias basadas en mecanismos inmunológicos hayan resultado ineficaces hasta ahora».
Nuevos tratamientos
En su estudio, han visto que las MDSC promueven el crecimiento de esta forma de cáncer, arrojando nueva luz sobre cómo la enfermedad interactúa con el sistema de defensas del organismo. Al identificarlas y describir su función, esperan impulsar el desarrollo de nuevos tratamientos.
Los dos tipos de células se ayudan. Por un lado, las células madre tumorales producen señales químicas llamadas quimiocinas que atraen a las MDSC, producen factores de crecimiento y factores de activación para ellas. Por su parte, las MDSC producen factores de crecimiento para las células tumorales.
Entre las moléculas que las células madre producen están IL-6 e IL-8, que desempeñan funciones en la respuesta inflamatoria, y para las cuales las MDSC tienen receptores.
Por otro lado, el equipo de investigación también vio que los tumores con una mutación en el gen IDH1, que son menos agresivos, tenían muy pocas MDSC y aún menos células madre. A partir de esto, empezaron a analizar si hay una relación entre la presencia de MDSC y tasas de supervivencia. Usaron muestras de tejidos de la base de datos del Atlas del Genoma del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (TCGA) y comprobaron que, como sospechaban, cuantas menos células MDSC se detecten en el tumor, mejores son los resultados del tratamiento.
Aunque hacen falta más estudios para confirmar estos resultados, los autores consideran muy alentador que se vayan descubriendo nuevas pistas para desarrollar tratamientos específicos para estos tipos de tumores. Jamie Spangler, profesor de ingeniería biomédica en la misma universidad, ha desarrollado un anticuerpo que se une a IL-6 e IL-8 y las bloquea.
En el trabajo han colaborado expertos de la Universidad de Stanford, en California.