Transporte en el endosoma: Otra vuelta de tuerca para tratar el alzhéimer
Las novedades en el área de alzhéimer han sido limitadas en los últimos años y la investigación basada en la teoría de la proteína amiloide no basta
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Las compañías farmacéuticas se lanzaron a desarrollar nuevos medicamentos para el alzhéimer a partir de la constatación de que la acumulación de proteína amiloide era un fenómeno compartido por la práctica mayoría de pacientes con esta enfermedad. Los resultados en modelos animales parecían prometedores, y los fármacos en cuestión daban indicios de mejorar la memoria.
Cuando llegaron a los pacientes, los resultados fueron «descorazonadores», dice un grupo de expertos de la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos), que acaba de publicar un nuevo estudio sobre la cuestión. En los últimos años, se ha visto un estudio tras otro que los medicamentos diseñados para eliminar la proteína no han sido eficaces a la hora de cortar el paso a la enfermedad. El año pasado, la agencia estadounidense del medicamento (Food and Drug Administration, o FDA), dio luz verde a un nuevo fármaco basado en esta teoría, pero la decisión fue controvertida. Muchos médicos e investigadores consideran que no proporciona suficiente beneficio a quienes sufren la enfermedad.
Scott Small, un investigador de Columbia, asegura que ha llegado el momento de desterrar la “teoría amiloide” para el desarrollo de terapias. “En los 90 la idea de que la amiloide era el desencadenante de alzhéimer era un planteamiento muy atractivo, y existía un clima de entusiasmo en cuanto a estar cerca de curar esta horrible y devastadora enfermedad. Era una buena idea basada en la evidencia disponible en aquel momento, pero la evidencia ya no es la misma”, indica. Los indicios que manejan Small y su equipo apuntan en otra dirección.
Un problema de transporte
La nueva teoría sugiere que el alzhéimer es una enfermedad esencialmente causada por un problema de «transporte». Para mantenerse sana, una célula debe transportar ‘mercancías’ -proteínas, sobre todo-, de un lugar a otro en su interior. «La salud de las neuronas, más que en otras células, depende de la actividad de transporte en un punto estratégico de su interior: el endosoma», explican.
Hace dos décadas que el equipo encontró las primeras señales de que el transporte en el endosoma podría tener algo que ver. Su estudio fue uno de los primeros en analizar en profundidad el comportamiento de las neuronas afectadas por la enfermedad.
Varios años después, un trabajo centrado en genética, del responsable de neurología de Columbia Richard Mayeux, revelaba que los genes del endosoma están relacionados con el alzhéimer. Desde entonces se ha seguido recopilando información sobre este fenómeno.
Según Small, en el alzhéimer el flujo de cargo dentro y fuera del endosoma está bloqueado, y eso podría originar otros problemas de la enfermedad, incluida la acumulación de amiloide y tau (otra proteína problemática) en el cerebro de las personas con esta dolencia, así como la neurodegeneración propia de la enfermedad.
«No decimos que la amiloide no tenga nada que ver, pero sí que su papel se ha malinterpretado. La proteína es el humo, no el fuego. Despejar el humo ayuda, pero no resuelve la necesidad de apagar el incendio», puntualiza.
Pequeños estudios llevados a cabo más recientemente van apuntando en esta dirección y señalan a una alteración del retrómero, una parte del sistema del endosoma, como culpable de esos atascos. También sugieren cómo arreglarlo.
Las terapias del retrómero son una nueva forma de abordar el alzhéimer, y los fármacos dirigidos a este elemento, prometedores bajo esta teoría. Joel Klein, consejero delegado de una compañía centrada en esta estrategia, declara que el trabajo de Small y sus colaboradores le ha parecido enormemente interesante y algo que realmente puede transformar la forma de tratar la enfermedad.
Klein asegura que el movimiento de la teoría amiloide a la del retrómero y el endosoma tiene gran fuerza entre equipos de investigación de todo el mundo. Su empresa está trabajando en el desarrollo de un fármaco dirigido a ese punto de la célula.