Mareos y ansiedad, ¿cómo se relacionan entre sí?
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La ansiedad es una enfermedad global que afecta a un gran número de personas. De hecho, tanto la ansiedad como la depresión se perfilan como algunos de los problemas de más importancia que se experimentarán de ahora en adelante, según diversos estudios. Los mareos por ansiedad son síntomas de la propia ansiedad. Una respuesta psicológica y física que pone en alerta que algo no funciona bien. Sea por trabajo, estrés social, depresión o por otras causas, estos mareos deben ser explorados como cualquier otro síntoma.
La relación entre mareo y ansiedad es muy estrecha y suele provocar desequilibrios como mareo, vértigo y sensación de desvanecerse. Al parecer, el sistema vestibular, un aparato del oído relacionado con el equilibrio, regular esta zona y al haber alteraciones es fácil experimentar tales mareos.
Todo ello se debe a que los pensamientos que tenemos de tipo ansioso y que merman directamente en los nervios también se trasladan al cuerpo, produciéndose toda clase de síntomas como el mareo.
A esto se le puede sumar la sudoración, la dificultad en respirar, tragar, aumentar la frecuencia cardiaca, tener pequeños temblores, sensación de frío y calor repentinamente, y muchos más, dependiendo del grado de ansiedad.
Síntomas del mareo por ansiedad
Como hemos especificado, pueden venir acompañados de vértigos, y suelen ser algo distintos a los mareos que todos conocemos, pues tenemos la sensación de un ligero movimiento, o de descontrol, que suele durar unos segundos. Parece que nos caigamos al vacío, y también da la sensación que nos balanceamos (sin necesidad de andar, estando también sentado o parado).
Si la ansiedad es aguda, el mareo se transforma en vaivenes y puede durar días o semanas, si no se trata; de forma que la persona no puede levantarse por miedo a caerse.
Tratamiento
De igual forma que muchos otros síntomas derivados de un cuadro ansioso, el mareo debe tratarse. Primeramente, es vital descartar que no se trate de un mareo por otras causas. Luego, debe establecerse una terapia psicológica para controlar los nervios, el nivel de estrés, y conocer la causa que produce ansiedad. En esta terapia se explicará que el mareo es por ansiedad y no por una enfermedad peligrosa. Esto es importante porque el ansioso, al experimentar el mareo, suele incrementar entonces su estado de ansiedad.
También existe la meditación y los ejercicios de respiración, además de la medicación cuando la ansiedad persiste durante tiempo. Con todo ello, los mareos deben disminuirse e irse.
Temas:
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