¿Qué es la parosmia?: el trastorno olfativo más usual de lo que crees

Es probable que aún recuerdes que uno de los síntomas más comunes de la Covid-19 era la imposibilidad de percibir los aromas y los sabores normalmente. Pues bien, hay muchas enfermedades que causan la misma sintomatología. Al analizar qué es la parosmia y qué situaciones provoca, sabrás más sobre esta patología, qué la desencadena y si hay algún tratamiento posible para combatirla. Justamente, esta idea alude a un cambio en la percepción de las fragancias.

Los pacientes con parosmia son identificados rápidamente porque tienden a sentir rechazo por un olor que no sólo conocen sino que además es agradable. También suelen sufrir otros problemas como náuseas o vómitos ante la incredulidad de quienes les rodean y no entienden bien qué les está sucediendo.

Cómo se desarrolla la parosmia

Podríamos creer que quien lo sufre tiene una alteración del sentido del olfato específica, concreta, que no forma parte de una familia de síntomas. Pero no es así. Hay otras alteraciones de este sentido que tienden a aparecer junto con dificultades para percibir los sabores.

Sí, lo que ocurrió con la pandemia de Covid. Podemos destacar otras complicaciones del olfato como las siguientes, con la aclaración de que tienden a confundirse porque guardan cierto parecido:

• Hiposmia: interrupción del sentido del olfato
• Anosmia: incapacidad de percibir olores
• Fantosmia: oler algo en su ausencia

A pesar de que laCovid-19 fue el factor que explicó la parosmia que muchos padecimos en 2020, 2021 y 2022, no es la única infección que podría justificar médicamente la aparición de estos síntomas.

Los pacientes atraviesan modificaciones neurológicas, de las neuronas sensoriales para ser más exactos. Esas neuronas se desactivan o se anulan por algún evento extraño, lo que deriva en una percepción imprecisa de los olores que rodean a la persona.

Esta afección es objeto de estudio científico por parte de los investigadores, y más allá de los numerosos informes que se han presentado en los últimos años, sigue habiendo un gran escepticismo en torno a la propensión de algunos sujetos. Si bien todos los cerebros funcionan de la misma forma, pueden no estar respondiendo de igual modo a los fenómenos por los cuales se produce la parosmia. De ahí que algunos hayan perdido el olfato con la Covid y otros no.

¿Qué han averiguado los doctores?

Una publicación en The Laryngoscope demostró que el entrenamiento olfativo ayuda a recuperar las funciones perdidas, por lo que cabe una mínima posibilidad, de reemplazar esas neuronas sensoriales perdidas generando otras nuevas. La sustitución puede tardar tiempo, pero vale la pena. Pacientes que confundían el agradable aroma de las rosas con el desagradable olor de las heces, poco a poco fueron recuperando su capacidad de distinguir fragancias como éstas. Y no es un detalle menor: algunos pensaban que se estaba quemando su comida cuando en realidad el alimento seguía casi crudo.

¿En qué consisten los tratamientos?

No hay un tratamiento efectivo para darle solución a esta problemática. O al menos no lo hay hasta el momento, si bien se continúan haciendo pruebas.

Dicho esto, hay varias maneras de reducir la probabilidad de quedarte sin olfato por un período prolongado. Si fumas, por ejemplo, debes dejar el cigarrillo. Mientras tanto, si tras unos exámenes advierten que tienes pólipos nasales, te los quitarán. Y si te diagnostican con sinusitis, te suministrarán antibióticos.

Generalmente se prescriben vitaminas y minerales como suplementos adicionales, pero el nivel de eficiencia de los tratamientos depende de cada uno.

Convivir con la parosmia no es fácil y reduce nuestra calidad de vida. Impide desarrollar una rutina e incluso la asistencia a eventos sociales, especialmente en el caso de aquellos pacientes que experimentan náuseas y vómitos.