Piel

En qué consiste la reactividad de la piel

Entre las diferentes afecciones con riesgos para nuestra dermis, está la llamada reactividad de la piel. ¿Sabes en qué consiste? Aquí te lo contamos.

Reactividad en el rostro
Curiosidades de la piel: reactividad
Francisco María
  • Francisco María
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La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, por lo que puede verse afectada por numerosas afecciones. Muchas de ellas están relacionadas con un incremento de la sensibilidad dérmica, que conlleva a diferentes síntomas. La reactividad de la piel es uno de los trastornos más comunes de la sensibilidad, pudiendo ser fácilmente confundida con una alergia. No obstante, se trata de una enfermedad crónica, que suele provocar sequedad y enrojecimiento. Aquí hablaremos un poco más sobre los diferentes perfiles de piel reactiva, sus principales causas y síntomas.

¿Qué es la reactividad de la piel?

La reactividad de la piel consiste en una enfermedad crónica y benigna que afecta a gran parte de la población. De hecho, se estima que su prevalencia ha aumentado en hasta tres veces durante los últimos 30 años. Y ello se debe principalmente al incremento del uso de productos irritantes y a la multiplicación de factores ambientales que favorecen la hipersensibilidad.

La piel reactiva es un tipo de piel que naturalmente muestra mayor sensibilidad a múltiples factores, los cuales pueden hacer que el organismo reaccione de forma extrema. Esta hiper-reactividad está relacionada con la excitabilidad de las terminaciones nerviosas presentes en el tejido dérmico.

Síntomas de la piel reactiva

Se conocen varios perfiles de piel reactiva y, en cada uno de ellos, la híper-reactividad puede manifestarse a través de diferentes síntomas. Los más comunes son: picor, sensación de quemazón o calor intenso, tirantez y rojeces.

Por lo general, una persona con piel reactiva tendrá periodos de brote e interbrote. Durante los brotes, la enfermedad se mostrará en su máxima expresión y los síntomas se intensifican. Mientras en los periodos de interbrote, se observa una notable remisión.Piel reactiva

Principales causas de la reactividad de la piel

Actualmente, convivimos con una infinidad de factores externos que pueden incrementar la sensibilidad de la piel. Según sus causas, los diferentes perfiles de piel reactiva suelen clasificarse en los siguientes tres grandes grupos:

  • Medioambiental: la reactividad es disparada por factores ambientales, como el calor, los vientos, los rayos solares o los cambios bruscos de temperatura. La polución atmosférica también contribuye para el incremento de la sensibilidad. En estos casos, los síntomas más frecuentes suelen ser los picores y las sensaciones de calor y quemazón.
  • Contacto: la hiper-reacción está relacionada a la aplicación o exposición a sustancias, productos o compuestos irritantes. El contacto con algunos tejidos o con el agua muy fría (o muy caliente) también puede ser un disparador. Estos perfiles suelen sufrir más con la tirantez y las rojeces, además del picor.
  • Vascular: este tipo de reactividad de la piel se caracteriza por la debilitación de los vasos sanguíneos provocada por factores internos o externos al organismo. Los cambios de temperatura, las alteraciones hormonales y el consumo excesivo de grasas y alcohol suelen ser las principales causas. En estos perfiles, es común la aparición del rubor, además de la sensación de calor.

Por sus síntomas y causas, no es raro confundir la reactividad de la piel con una alergia. Sin embargo, la piel reactiva no necesariamente es una piel alérgica, aunque una persona con piel reactiva pueda llegar a desarrollar alergias dérmicas. Por ello, ante la aparición de las primeras señales, es fundamental consultar a un dermatólogo.

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