Congreso europeo de oncología (ESMO)

Una nueva era para la detección temprana del cáncer: un análisis de sangre

De más de 6.000 personas que no tenían cáncer, el 99,1% tuvo un resultado negativo en la prueba

El cáncer se confirmó en el 38% de los que dieron positivo

análisis sangre cáncer
Congreso europeo de oncología (ESMO). Archivo.

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Detectar el cáncer en fases tempranas es una forma de mejorar el pronóstico. Ahora, un equipo de investigadores ha presentado en el congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) un estudio sobre un análisis de sangre que permitiría detectar la enfermedad antes de que se presenten los síntomas.

En el primer encuentro con los medios de comunicación Fabrice André, codirector científico de esta reunión científica, ha explicado que ya se habían probado la eficacia de los análisis de sangre para estudiar la evolución de la enfermedad en algunas personas en las que ya había un diagnóstico. El gran salto consiste en usar el análisis en personas aparentemente sanas. “Si esta prueba funciona y se implanta de modo general, vamos a poder detectar muchos casos en fases precoces, lo cual es una buena noticia para los pacientes y también para los sistemas sanitarios. En cáncer de páncreas, por ejemplo, la detección suele llegar en fases avanzadas, lo cual lo hace más difícil de tratar”, ha dicho el experto.

La nueva prueba, aún en fase de desarrollo, puede detectar una señal de
cáncer común a más de 50 tipos diferentes de tumores y predecir de qué parte del cuerpo procede la señal. La señal surge de pequeñas secuencias de ADN tumoral circulante (ADNtc) en la sangre que tienen algunos patrones diferentes de los del ADN no tumoral.

El estudio PATHFINDER ha mostrado que una prueba de MCED (diseñada para detectar diferentes tumores) puede identificar una señal de cáncer en el 1,4% de 6.621 personas mayores de 50 años sin diagnóstico. El cáncer se confirmó en el 38% de los que dieron positivo. De las 6.290 personas que no tenían cáncer, el 99,1% tuvo un resultado negativo en la prueba. Entre los que tuvieron un resultado positivo, la mediana del tiempo hasta alcanzar la resolución del diagnóstico (es decir, el tiempo hasta encontrar el cáncer o decidir que no había pruebas de malignidad que requirieran más estudio) fue de 79 días. Entre los participantes que tuvieron un resultado positivo en la prueba, en el 73% se alcanzó la resolución del diagnóstico en un plazo de tres meses.

“Los resultados son un primer paso importante para las pruebas de detección precoz del cáncer porque han demostrado una buena tasa de detección en personas que tenían cáncer y una tasa de especificidad excelente en aquellos que no tenían. En las personas con un resultado positivo en la prueba, se tardó menos de dos meses en confirmar el diagnóstico si tenían cáncer y un poco más si no lo tenían, principalmente porque los médicos optaron por realizar estudios de imagen y repetirlos posteriormente una segunda vez varios meses más tarde para investigar la posibilidad de un diagnóstico de cáncer”, ha explicado la autora principal del estudio, Deb Schrag, del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York (EE.UU.).

“Un hallazgo importante fue que pocos participantes con un resultado positivo en la prueba de detección requirieron someterse a procedimientos invasivos como endoscopias y biopsias. Este hecho debería ayudar a disipar las preocupaciones respecto a que estas pruebas podrían causar daño, dando lugar a procedimientos innecesarios en personas que están bien”, ha añadido la investigadora Schrag subrayó también la importancia de continuar con el cribado estándar para la detección de tumores, como el de mama y el cáncer colorrectal, mientras que se refinan y validan las pruebas de MCED para cánceres como el pancreático, el de intestino delgado y el de estómago, donde actualmente no existen otras opciones de cribado.

A su entender, este estudio indica que hay esperanza en el horizonte para la detección de cánceres que actualmente son indetectables, pero por supuesto se necesita mucho más trabajo y, con experiencia y un mayor número de muestras, estos ensayos mejorarán. Hay que perfeccionar las pruebas para mejorar la distinción del ADN tumoral de todos los demás ADN que circulan en la sangre. “También es fundamental destacar que la finalidad del cribado del cáncer no es reducir la incidencia del mismo, sino reducir su mortalidad.

Es prematuro extraer conclusiones sobre cómo las pruebas de MCED afectan a la mortalidad, algo que no se midió en el estudio PATHFINDER y que precisa un seguimiento prolongado”.

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