El implante de piel más resistente y natural que se ha logrado se pone «como un guante»
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Al oír hablar de la «ingeniería de tejidos» nuestra mente se traslada automáticamente al futuro, pero nada más lejos de la realidad. El término, tal como lo conocemos en la actualidad, se introdujo en medicina en el año 1987 y fue definido como » la aplicación de los principios y métodos de ingeniería y ciencias de la vida para la comprensión fundamental de las relaciones estructura-función de los tejidos de mamíferos, normales y patológicos, así como también el desarrollo de sustitutos biológicos que permitan restaurar, mantener o mejorar la función de dichos tejidos», según la Consultoría empresarial en medicina regenerativa y terapias avanzadas Ingecell.
La ingeniería de tejidos es una de las ramas de la medicina regenerativa la cual aplica principios de la ingeniería y de ciencias de la salud para fabricar sustitutos biológicos que mejoren o reemplacen órganos o tejidos que están tan dañados que ya no pueden llevar a cabo sus funciones. Sabemos que la piel es capaz de autoregenerarse cuando nos hacemos una herida o un arañazo, sin embargo otros tejidos corporales no son capaces de regenerarse cuando sufren una lesión. Por ejemplo, cuando un corazón sufre un infarto, hay parte de su tejido que se destruye y no vuelve a recuperarse. La ingeniería de tejidos permite crear en el laboratorio nuevos tejidos que sustituyen a los tejidos naturales y vuelven a permitir el funcionamiento normal de los órganos.
En este sentido, las técnicas que permiten crear nuevos tejidos o pequeñas partes de órganos en laboratorio, son temas científicamente resueltos. Los esfuerzos se dirigen ahora a mejorar los tejidos y su implantación en la práctica clínica.
Uno de estos recientes avances, realizado por científicos de diversos centros estadounidenses, ha sido el desarrollo de un implante de piel sin bordes que permite ajustar el implante a la localización anatómica a la que va destinado, incluso cuando ésta presenta una morfología compleja, como es el caso de las manos. Este nuevo implante, puede ser aplicado literalmente como un guante, como se demuestra en experimentos con un modelo humano sobre el que un sistema de bioimpresión aplica el andamio molecular donde posteriormente se añaden la dermis y los queratinocitos.
El implante es altamente uniforme en su composición y presenta las 4 capas de la piel natural. «A diferencia de los materiales utilizados en implantes convencionales, el actual preserva su longitud y anchura después de 14 días, exhibiendo además superiores propiedades mecánicas y una resistencia 4 veces mayor a la ruptura por tensión», aseguran los expertos de la web profesional IM Médico.
«Como la piel natural»
El investigador de la Universidad de Columbia y director del estudio, Hasan Erbil Abaci, explica: «Los fibroblastos en el nuevo implante forman una capa multicelular con un elevado contenido en matriz extracelular, lo que facilita la formación de una estructura cutánea que varía en función de localizaciones precisas, como ocurre con la piel natural».
En experimentos realizados durante el estudio sobre la patas traseras de ratones, este nuevo modelo de implante vascularizado con células endoteliales humanas, se integró completamente. Además, lo hizo en un breve periodo de tiempo, restableciendo la total movilidad a las cuatro semanas de realizarse el implante, después de un procedimiento quirúrgico de tan sólo 10 minutos.
Abaci asegura que, en el futuro, el implante podría ser manufacturado partiendo de células del propio paciente, expandidas de un fragmento de piel de tan sólo cuatro milímetros cuadrados.
Otra de las novedades recientes en la ingeniería de tejidos, viene de la mano de la Universidad de Limerick en Irlanda, donde se ha desarrollado un material único que ha demostrado un potencial considerable en el tratamiento de lesiones de la médula espinal.
Gracias a los avances en este campo científico, ya se han podido implantar vejigas suplementarias, pequeñas arterias, injertos de piel, cartílagos y hasta una tráquea completa en pacientes, sin embargo, estos procedimientos son todavía experimentales.