El futuro del asma grave es multidisciplinar, colaborativo, tecnológico y eficiente
"Las bajas tasas de diagnóstico y tratamiento, los numerosos ingresos hospitalarios y la prevalencia de la enfermedad, son algunos de los retos a los que los profesionales sanitarios nos enfrentamos en su abordaje"

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El asma es una enfermedad crónica que afecta al 5% de los adultos en nuestro país. De estos, entre un 5% y un 10% padecen asma grave. Las bajas tasas de diagnóstico y tratamiento, los numerosos ingresos hospitalarios y la prevalencia de la enfermedad, son algunos de los retos a los que los profesionales sanitarios nos enfrentamos en su abordaje. Además, el impacto de la patología en los servicios de Urgencias y Atención Primaria conllevan una significativa carga socioeconómica, concretamente 1.500 millones de euros anuales para el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de implementar nuevas estrategias para conseguir un abordaje más costo-eficiente que beneficie a todas las partes implicadas: pacientes, profesionales sanitarios y a nuestro sistema sanitario en su conjunto. Porque a todos los agentes implicados les corresponde buscar nuevos modelos organizativos y estrategias que permitan una mejor gestión de la enfermedad.
Por un lado, hemos aprendido que el uso de nuevas tecnologías supone una gran revolución en el sector de la salud. Gracias a estas herramientas podemos automatizar procesos e incluso acelerarlos, lo que reduciría la enorme carga asistencial del asma. En este sentido, el uso de bases de datos y la aplicación de la Inteligencia Artificial podrían ayudarnos a prevenir las exacerbaciones de los pacientes e identificarlas con facilidad. Además, la monitorización en remoto y en tiempo real ofrecen una comunicación mejorada entre pacientes y profesionales sanitarios. Tenemos en nuestra mano muchas soluciones tecnológicas a las que podríamos sacarles el máximo partido para mejorar la eficacia del tratamiento, la experiencia del paciente e incluso, la eficiencia del cuidado de salud.
Por otro lado, si hablamos de soluciones para un ahorro en nuestro SNS, las Unidades de Asma son un gran ejemplo de modelo costo-eficiente. Los profesionales que las integran estudian las comorbilidades y fenotipan el asma para ajustar el tratamiento personalizado más adecuado para cada paciente. En estas unidades también se prescriben fármacos innovadores y se desarrollan ensayos clínicos, por lo que es importante invertir más recursos en ellas.
Por tanto, y sin lugar a duda, resulta evidente la importancia aumentar los recursos y la formación para sacar el máximo partido tanto a las Unidades de Asma como a las nuevas herramientas tecnológicas. Y está en manos de todos colaborar de manera estrecha para poder acelerar los cambios e introducir estas innovaciones.
Precisamente para contribuir a un sistema más eficiente a través de la colaboración nace el proyecto FARO, una iniciativa colaborativa que tiene como objetivo definir una serie de recomendaciones para un nuevo paradigma del abordaje de asma grave, puesto en marcha por AstraZeneca y la Universidad de Deusto. Todos los profesionales que lo integramos remamos a favor de establecer nuevos modelos de abordaje para el asma grave que beneficien a los pacientes y a nuestro sistema sanitario.
Tras varias fases del proyecto, en las que se ha analizado estratégicamente el actual modelo de abordaje y se han consensuado una serie de recomendaciones para establecer nuevos modelos organizativos que permitan una mejor gestión de la enfermedad, podemos concluir que existe una necesidad real de invertir más recursos o eficientizar los que ya tenemos para solventar esta problemática.
No podemos permitirnos continuar anclados en un modelo que no saca partido de las últimas novedades tecnológicas y que no aborda el asma grave de manera multidisciplinar y colaborativa. Juntos, podemos dar el impulso necesario a estas dos vías y lograr un mejor futuro para los pacientes de asma grave y nuestro SNS.
Dra. Eva Martínez Moragon, jefa del Servicio de Neumología y responsable de la Unidad de Asma de alta complejidad del Hospital Dr. Peset de Valencia