Los fármacos para la obesidad y la diabetes afectan a la composición corporal y el comportamiento alimentario
Aunque los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) pueden inducir una pérdida de peso sustancial y tienen impactos beneficiosos, se aconseja seguir el tratamiento siempre bajo supervisión de un especialista
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España es un país con problemas de obesidad y sobrepeso según el Estudio ENE-COVID de mayo de 2023, realizado por el Centro Nacional de Epidemiología (Instituto de Salud Carlos III) y por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición: el 18,7% de la población (18% en el caso de las mujeres) padece obesidad y otro 37,1% (30,4% en las mujeres) tiene sobrepeso.
Avances en el tratamiento farmacológico de la obesidad
«En los últimos años hemos presenciado una revolución en la farmacología de la obesidad, con el desarrollo de fármacos que abordan los mecanismos subyacentes del apetito y la saciedad y alteran las vías metabólicas para reducir el almacenamiento de grasa y aumentar el gasto energético» señala Belén Fontán Calvo, especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo.
Estos desarrollos han sido particularmente prometedores con la introducción de los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) como la Semaglutida (Ozempic y Wegoby), que pueden inducir una pérdida de peso del 10-15% del peso corporal inicial.
Lo mismo sucede en el caso de la Tirzepatida (Mounjaro), que potencia su acción actuando como agonista del GLP-1, pero también como agonista de los receptores GIP, ofreciendo un enfoque dual que mejora la saciedad y el control metabólico. En estudios recientes ha mostrado ser efectivo en reducir hasta un 25% del peso corporal inicial en ciertos pacientes.
Además, adicionalmente, estos fármacos, tienen impactos beneficiosos en la presión arterial, el colesterol, la glucosa en sangre y la insulina.
Sin embargo, también pueden causar una pérdida significativa de masa magra, aproximadamente un 10% o el equivalente a 6 kg. Es importante mantener la masa muscular y la función a medida que las personas envejecen, para evitar la sarcopenia y la fragilidad, que están fuertemente ligadas a la morbilidad y la mortalidad. Además, conservar o aumentar la masa muscular favorece también la pérdida de masa grasa, ya que produce un aumento del consumo de Kcal.
Además de la composición corporal, los agonistas del receptor GLP-1 también afectan el comportamiento alimentario. «Estos medicamentos actúan para suprimir el apetito al influir en las hormonas del cuerpo y hacen que el estómago procese los alimentos más lentamente, lo que hace que te sientas más lleno por más tiempo» asegura la experta, que añade que «los cambios en los comportamientos alimentarios pueden observarse en los primeros 3 meses de tratamiento».
Por ello, cuanto se sigue un tratamiento con agonistas del GLP-1 es fundamental seguir algunas pautas de alimentación:
- Hidratación: es importante mantenerse hidratado, ya que estos fármacos pueden disminuir el apetito y esto puede provocar una reducción en la ingesta de agua, causando deshidratación.
- Volumen de las comidas: es importante consumir raciones más pequeñas y constantes, especialmente al principio del tratamiento. Además, se debe masticar muy bien la comida.
- Alimentos a minimizar: se recomienda minimizar los alimentos procesados, los alimentos altos en calorías, el azúcar añadido y el alcohol. Estos alimentos pueden empeorar los síntomas gastrointestinales y afectar a los niveles de azúcar en sangre.
- Alimentos a priorizar: se deben elegir alimentos de bajo índice glucémico que sean ricos en proteínas, fibra y grasas saludables. Algunos alimentos recomendados incluyen frutas frescas, verduras, cereales integrales, y productos lácteos bajos en grasa. Es importante introducir nuevas fuentes de fibra de forma gradual, ya que un consumo excesivo puede provocar gases, hinchazón o estreñimiento.