Dr. Hurtado: «La diferencia de detectar el ojo vago a los 2 o 9 años puede marcar la recuperación visual»
El dotor destaca la importancia de la detección temprana y marca las pautas para las revisiones oftalmológicas


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El Dr. Javier Hurtado Ceña es oftalmólogo en el Instituto Nacional de la Visión de Madrid. Se formó hace casi 20 años en el hospital Ramón y Cajal. Además de dedicarse a la práctica clínica, imparte charlas y cursos de formación a ópticos y oftalmólogos. Ahora, como especialista en oftalmología infantil, hablará en OKSALUD de los problemas habituales en los más pequeños.
Pregunta.- ¿Cuáles son los signos de alerta ocular que los padres deben tener en cuenta para identificar posibles problemas de visión en sus hijos?
Respuesta.- El niño se acerca mucho a la televisión o a la tableta, se frota los ojos o se le ponen rojos con frecuencia, tiene dolor de cabeza al final del día, desvía un ojo, guiña un ojo para mirar, en las fotos sale siempre con un ojo rojo y el otro no, tiene movimientos raros de los ojos, le aparecen orzuelos con frecuencia, no tiene interés en la lectura o lee con dificultad.
P.- En cuanto a las revisiones oculares, ¿por qué es importante que los niños se sometan a chequeos periódicos? ¿Es cierto que se recomienda hacerlo?
Respuesta.- Pues porque cualquier problema detectado a tiempo seguramente tenga una solución. Estas revisiones son más importantes cuando los padres tienen gafas, ojo vago o estrabismo porque la probabilidad de que el niño tenga algún problema ocular es mucho mayor.
El problema principal que queremos descartar es el ojo vago, la causa más frecuente de pérdida de visión en los niños. Es un problema fácil de tratar, si el niño es pequeño.
P.- ¿A qué edad es recomendable realizar la primera revisión ocular en los niños? ¿Y cuál es el calendario ideal para seguir con estas revisiones a lo largo de su infancia?
Si no hay síntomas, signos o antecedentes familiares, los 4 años es una edad muy buena porque el niño puede hacer todo lo que le pedimos en la consulta y vamos a tener una información muy fiable.
Una vez que hemos revisado a un niño, no es necesario hacerlo cada 4 años, sino que esta periodicidad se adapta a cada uno. Si necesita un seguimiento más estrecho, a lo mejor le recomendamos la revisión al año. Si no hay peligro, la revisión puede ser 2-3 años después o cuando tenga síntomas. La idea principal es: al menos hay que verlos una vez.
P.- Dr. Hurtado, ¿qué es el estrabismo y cómo puede afectar a los niños desde una edad temprana?
R.-El estrabismo es la desviación de uno de los ojos en cualquier dirección: hacia dentro, hacia fuera, hacia arriba o hacia abajo. Esto puede provocar cinco problemas:
1. El niño no ve en tres dimensiones porque “apaga” o “desconecta” uno de los ojos para no ver doble.
2. El ojo desviado se hace vago por estar “apagado”, es decir, ve menos de lo que debería porque no se usa tanto como el otro ojo.
3. Estético.
4. Giro de la cabeza. Hay niños que giran la cabeza buscando la posición en la que el ojo está menos desviado. Esto provoca a su ver problemas en la columna como la escoliosis.
5. Síntomas: dolor de cabeza, visión doble, molestias con la luz…
P.- En términos de tratamiento, ¿qué opciones existen para corregir el estrabismo en los niños y cuál es la más efectiva?
R.- 1. No hacer nada. Hay estrabismo en niños muy pequeños que se van a resolver sin tratamiento. Lo importante es diferenciarlos pronto de los que necesitan tratamiento.
2. Gafas. Muchos niños que desvían los ojos hacia dentro tienen hipermetropía (ojo pequeño). Al ponerles gafas y corregir la hipermetropía, la desviación también se corrige.
3. Prismas. Son unas gafas especiales en forma de cuña. Se utilizan para los niños que ven doble o para ayudar al cerebro a controlar una desviación pequeña de los ojos.
4. Ejercicios de terapia visual. Son ejercicios visuales que se realizan por optometristas en centros de optometría. Pretenden enseñar al cerebro a centrar los ojos, enfocar mejor o mover los ojos de manera más efectiva.
5. Toxina botulínica. Es un relajante muscular. Si pinchamos esta toxina en un músculo contraído o más fuerte de lo normal, podemos debilitarlo y así centrar el ojo desviado de forma definitiva. La efectividad puede ser de un 70 %.
6. Cirugía de estrabismo. Es la última opción, pero también la mejor en los casos de mucha desviación a pesar del uso de las gafas. La efectividad está alrededor del 90 %.
P.- ¿Existen diferencias en la prevalencia de problemas visuales en niños dependiendo de factores como la genética o el entorno?
Genética:
1. Las enfermedades genéticas explican un tercio de las causas de ceguera en el mundo: cataratas, enfermedades retinianas o corneales hereditarias, defectos del nervio óptico o del desarrollo del ojo, glaucoma congénito…
2. La miopía está condicionada en un 60-80 % por la genética.
3. La mayoría de los factores que provocan el ojo vago se heredan: miopía, hipermetropía, estrabismo, astigmatismo o cataratas congénitas.
4. Enfermedades mentales, neurológicas o malformaciones cerebrales se asocian frecuentemente a estrabismos o defectos en la visión periférica.
5. El daltonismo (dificultad para ver los colores, sobre todo el rojo y el verde) es mucho más frecuente en los varones debido al tipo de herencia.
Ambiente:
1. Fumar, tomar alcohol o drogas durante el embarazo predisponen al estrabismo, la hipermetropía y astigmatismo. También la prematuridad,
2. El 20-40 % de la miopía se asocia al aumento de la actividad a distancias cercanas y salir poco al aire libre.
3. En los países en vías de desarrollo, la dificultad para acceder a los servicios de salud o al mejor tratamiento hace que sea más prevalente la discapacidad visual asociada a cataratas congénitas, retinopatía del prematuro o simplemente a no poder acceder a unas gafas.
P.- ¿Qué recomendaciones les daría a los padres para fomentar buenos hábitos visuales en sus hijos desde pequeños?
1. Que los niños salgan al aire libre más de dos horas al día.
2. Si puede ser, que no usen tabletas o móviles antes de los 3 años, pero si no hay más remedio, que no acerquen los ojos a las pantallas, sino que se las alejen un poco.
3. Una buena alimentación rica en frutas y verduras.
4. Usar gafas de sol, al menos en las mismas situaciones en las que ponemos crema solar y usarlas desde el nacimiento.
P.- ¿Qué papel desempeña la detección temprana de problemas oculares en el tratamiento exitoso de condiciones como el estrabismo?
R.- Sin duda, cuanto antes se detecten los problemas de visión, mejor para el niño. Hay problemas graves como el glaucoma congénito o la catarata congénita que necesitan un tratamiento urgente, pero otros problemas menores como el estrabismo o los defectos de graduación nos dan mucho más margen. Digamos que hoy en día un niño al que se le detecta un ojo vago con 2 años va a tener una visión totalmente normal casi con total seguridad. Si se descubre con 9 años, casi seguro que no se va a recuperar del todo.
P.- ¿Podría hablarnos de cómo afecta el uso prolongado de pantallas a la visión de los niños y cómo se pueden prevenir posibles problemas a través de las revisiones oculares?
R.- Todavía no hay estudios que demuestren un daño en los ojos por las pantallas, pero eso no significa que no podamos hacer un uso responsable de ellas.
1. Es más importante la calidad de lo que se ve en las pantallas que el tiempo.
2. En niños por debajo de 18 meses: evitar el uso de las pantallas. Una excepción de uso podría ser que hablaran con adultos a través de ella.
3. Entre los 18 y los 24 meses, evitar el uso o ver sólo programas de alta calidad que compartan con adultos.
4. Entre los 2 y los 5 años. Programas de alta calidad y menos de una hora al día.
5. Más de 5 años. Usar el sentido común. Poner reglas en las que se tengan en cuenta los contenidos, el uso en familia y que favorezcan la comunicación, no el aislamiento.