1 de junio: Día Mundial de la Leche

Este 1 de junio se celebra el Día Mundial de la Leche, una fecha para recordar la importancia de este alimento, cuya celebración tiene lugar por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que fue quien proclamó esta jornada.

Cómo manifiesto, la FAO recuerda que este día se celebra desde 2001 y cada vez son más los países que lo celebran.

¿Por qué celebrar el Día Mundial de la Leche?

La FAO explica que esto tiene lugar porque nos da la oportunidad para enfocar toda nuestra atención en la leche, publicitando las actividades conexas que se realizan en todo el sector lechero.

¿Por qué el 1 de junio?

Aunque originalmente también se manejó una fecha hacia finales de mayo para celebrarlo, en algunos países, como la China, ya tenían un calendario repleto de otras conmemoraciones. De hecho, algunos países han elegido fechas una semana antes o después del 1 de junio.

¿Qué sabes de la leche?

Este alimento debe estar sí o sí en nuestra dieta por los múltiples beneficios que ofrece en nuestra salud.

Según la Federación Panamericana de la Lechería, un vaso de leche (200 ml) aporta aproximadamente un 30% de la dosis diaria de calcio recomendado, nutriente que ayuda a formar y mantener huesos y dientes fuertes.

Aporta un porcentaje importante de las recomendaciones diarias de otros nutrientes fundamentales como el potasio (11 %), necesario para el tono y contracción de los músculos, fósforo (20%), nutriente que ayuda a fortalecer los huesos y genera energía en las células del cuerpo; y aproximadamente un 15 % del requerimiento diario de proteínas de alto valor biológico.

¿Qué más contiene? Provee al organismo además Vitamina D, Vitamina A, Vitamina B12 y otras vitaminas del complejo B (B2 y Niacina), Yodo, Zinc, Magnesio y otros nutrientes.

Para Fenil, la Federación Nacional de Industrias Lácteas, los productos lácteos pueden cubrir las necesidades de aminoácidos del ser humano, ya que contienen proteínas con todos los aminoácidos esenciales. Las proteínas lácteas se consideran proteínas de alta calidad por su alta digestibilidad y valor biológico.