El karaoke final para Cristiano

Cristiano Ronaldo quiere poner el broche de oro a un 2016 que no olvidará jamás. Un año perfecto, en el que tocó el cielo con el Real Madrid en Milán, pasó a la eternidad conquistando la primera Eurocopa de la historia de Portugal y se convirtió en leyenda ganando su cuarto Balón de Oro. Además, firmó su renovación con la escuadra blanca. Por lo que su siguiente objetivo para poner la guinda a este curso magnífico es el Mundial de Clubes.

El mejor jugador del mundo está a 90 minutos de cerrar su año futbolístico y lo quiere hacer pegándose un festín ante el Kashima Antlers. El equipo japonés le pondrá ganas e ilusión en la final del domingo, pero la calidad de los blancos tiene que ser suficiente para llevarse el título a la capital de España. Y de esto se tratará de aprovechar el de Madeira. Tras hacer un gol contra el América de México en las semifinales, tiene a tiro la Bota de Oro del Mundial de Clubes. Y de paso marcaría gol en la única final en la que todavía no lo ha hecho con el Madrid. Además, tras llevarse a casa el Balón de Plata en 2014 que le acreditaba como segundo mejor jugador de la competición, por detrás de Sergio Ramos, ahora también tratará de lograr el MVP. 

Pero es que el año de Cristiano Ronaldo ha sido de cuento. Todo lo deseado se ha cumplido. Con el Real Madrid se vistió de superhéroe para remontar la eliminatoria de cuartos de final ante el Wolfsburgo haciendo un hat-trick que ya historia del madridismo. Hay quien dice que ese día lo cambió todo y se entregó incondicionalmente al Madrid. Después, en la cita que todos esperaban, la final de la Champions League de Milán, hizo el quinto y definitivo penalti ante el Atlético de Madrid para llevarse la Undécima a casa. Todo esto lo adornó convirtiéndose en el máximo goleador de la competición europea. Pero aún quedaba más.

Llegó el verano y comenzó la Eurocopa. La gran obsesión de Cristiano Ronaldo desde que Grecia les dejase con la miel en los labios en su propia casa era ganar algo con su país. Y la misión ya está cumplida. Tras una fase de grupos en la que los lusos no ganaron un solo partido, pero dos goles de Cristiano sirvieron para pasar a octavos, comenzó un camino imparable en el que hasta su compañero Gareth Bale le tuvo que sufrir en semifinales. Portugal se medía a Gales y el ‘7’ hizo uno de los goles que dieron el pase a los ibéricos a la gran final de París. En frente Francia, con todo en contra, pero con una fe infinita. El gran día se torcería pronto por una entrada desmesurada de Payet que obligó al Balón de Oro a abandonar la finalísima en la primera parte. Sus lágrimas al abandonar el campo ya son historia del fútbol. Cuando se recuperó, vivió el partido con intensidad desde la banda hasta que Éder obró el milagro en la prórroga. Cristiano levantaría el primer título de Portugal al cielo de París y la felicidad que sentía era indescriptible.

Renovación y Balón de Oro

Tras las celebraciones tocaba recuperarse. Un proceso largo que no le permitió hacer con normalidad la pretemporada con el Real Madrid. Cristiano Ronaldo ha ido poco a poco cogiendo su mejor nivel en partidos oficiales, por lo que no ha sido nada fácil. Pero el mejor jugador del mundo lo logró y tras dos meses de competición ya estaba de vuelta. Antes firmó su renovación con el Real Madrid hasta 2021, ligándose para siempre con el club de Concha Espina.

Volviendo al césped, en el Vicente Calderón se confirmó que estaba de vuelta haciendo tres goles en un derbi vital para la lucha por la Liga. Todo este año se ha visto premiado con su cuarto Balón de Oro, el que consiguió doblando a Messi en votos.

«Ha sido el mejor año de mi carrera», confesaba el de Madeira hace pocos días. 12 meses perfectos que quiere cerrar alzando el Mundial y enseñando al mundo porque es el mejor jugador del momento haciendo lo que más le gusta: goles.