Aurora Boreal

Llega una aurora boreal al País Vasco y en éste lugar único la podrás ver

aurora boreal País Vasco
Blanca Espada

Durante años, las auroras boreales parecían reservadas a los países nórdicos. Imágenes de Noruega, Islandia o Finlandia nos hacían pensar que ese espectáculo natural estaba a miles de kilómetros de aquí. Pero esta vez la historia cambia. En los próximos días, el cielo del norte de España, y en especial el del País Vasco,  podría teñirse de luces verdes y violetas. Sí, puede que veamos una aurora boreal desde territorio vasco, algo que hace sólo unos años habría parecido imposible.

Los expertos confirman que el fenómeno es inminente y puede darse esta misma semana. Una tormenta geomagnética, impulsada por la fuerte actividad solar de este mes de octubre, podría provocar que esas cortinas luminosas aparezcan de forma puntual sobre parte del norte peninsular. No será fácil, ni garantizado, pero las condiciones se están alineando. Tenemos cielos despejados, baja contaminación lumínica y la fase menguante de la Luna aumentan las probabilidades de que muchos vascos puedan ser testigos de un momento histórico. La última vez que pasó algo así fue en mayo de 2024, cuando una intensa tormenta solar permitió ver auroras desde Galicia hasta el Pirineo. Ahora, apenas un año después, las previsiones apuntan a un nuevo episodio estos días y hasta el 29 de octubre. Si se cumple lo que anticipan los astrónomos, el espectáculo podría repetirse y esta vez, con País Vasco como uno de los mejores escenarios.

Aquí podrás ver una aurora boreal única

El punto con más posibilidades para ver este fenómeno en el País Vasco está en el Parque Natural de Gorbea, ese enorme pulmón verde que se extiende entre Álava y Bizkaia. Allí, el cielo conserva todavía una oscuridad que en otros lugares ya cuesta encontrar. Las montañas abiertas y la ausencia casi total de luces artificiales convierten la zona en el escenario perfecto para mirar al norte y esperar los primeros destellos. Si el tiempo acompaña, desde la cima del Gorbeia o desde el mirador de Pagomakurre podrían verse las luces moviéndose sobre el horizonte, justo donde cada invierno se reúnen los amantes de las estrellas.

También hay otros rincones del interior alavés con muy buenas condiciones, como el Valle de Ayala o los alrededores del embalse de Urrunaga, donde la contaminación lumínica apenas existe y el paisaje ofrece vistas amplias del cielo. Los astrónomos insisten en lo mismo: cuanto más lejos de las ciudades y más alto, mejor. Y si se puede, esperar a medianoche.

Además, ver una aurora boreal no requiere telescopio ni instrumentos complicados, lo único es tener paciencia. Aun así, quienes quieran inmortalizarla pueden seguir algunos consejos de la NASA: usar trípode, ajustar una exposición de entre 5 y 10 segundos y una sensibilidad ISO media. Incluso los móviles con modo nocturno pueden capturarla si el cielo está despejado. Los colores (verdes, rosas, violetas o rojizos) dependerán del tipo de gas que choque con las partículas solares: oxígeno o nitrógeno, principalmente.

Y aunque a nuestra vista sea casi magia, lo cierto es que este fenómeno tiene una base científica fascinante. Las auroras se originan cuando una gran eyección solar libera partículas cargadas que, al entrar en contacto con el campo magnético de la Tierra, excitan los átomos de la atmósfera y producen esas luces danzantes. No es magia, pero se le parece. Y si las predicciones se cumplen, el País Vasco será testigo de uno de los fenómenos más raros y bellos que se pueden observar desde nuestro país.

Quienes vivan cerca de las zonas que hemos mencionado estos días, o estén pensando en acercarse, pueden aprovechar para convertir la experiencia en una pequeña escapada. El otoño vasco tiene un encanto especial: los bosques del Gorbea empiezan a teñirse de ocres, las temperaturas bajan y el aire huele a tierra húmeda. Pasar la tarde en alguno de los pueblos cercanos, cenar algo caliente y luego subir a un punto alto para mirar al cielo puede ser uno de esos planes sencillos que se recuerdan toda la vida.

Algunos aficionados a la astronomía recomiendan incluso hacer una lista de posibles localizaciones y seguir en tiempo real la actividad solar a través de páginas como SpaceWeatherLive o NOAA, que actualizan los mapas del índice Kp casi al minuto. Si supera el nivel 7, la probabilidad de ver la aurora en el norte peninsular se dispara. No garantiza nada, pero es una pista. Y si la suerte nos acompaña, y finalmente se produce bastará con unos segundos para ver cómo el cielo empieza a cambiar de color.

Quizá dure poco, o tal vez sea apenas un reflejo en el horizonte. Pero hay algo emocionante en saber que puede pasar aquí, tan cerca, sin necesidad de volar a Laponia. Podrás hacer una foto o dos, pero seguro que recordarás mucho más el momento de verlo en directo. Ese instante en el que el cielo del País Vasco se convierta, por un rato en una especie de lienzo lleno de colores.

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