Sánchez sigue siendo un peligro para la democracia

Sánchez, instituciones, CGPJ

El pacto alcanzado entre PSOE y PP para la reforma del Consejo del Poder Judicial debería marcar el comienzo de una nueva etapa en la que los dos  partidos mayoritarios se pusieran de acuerdo para renovar otras instituciones clave del Estado, como el Banco de España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la Comisión Nacional del Mercado de Valores o el Consejo de RTVE. Se trata de colocar los intereses del Estado por encima de los intereses partidistas, que es lo que ha venido haciendo Pedro Sánchez desde que llegó a la Moncloa. Y lo que seguirá haciendo. El sanchismo se ha caracterizado por el asalto sistemático de las instituciones, una toma de control de los órganos clave del Estado de funestas consecuencias. El plan de demolición institucional del sanchismo sigue en marcha, por mucho que al PSOE se le llene ahora la boca -después del acuerdo al límite del tiempo sobre el órgano de los jueces- con la palabra ‘consenso’.

No parece que el pacto con el PP sobre la justicia responda a la voluntad de Sánchez de apartarse del radicalismo. Es rehén de sus socios y todos sus movimientos tienen más de oportunismo que otra cosa, de modo que el PP haría bien en no lanzar las campanas al vuelo. Sánchez es un truhan político y todas sus decisiones las toma por puro interés personal, así que el pacto sobre el CGPJ no implica que el presidente del Gobierno haya sufrido un súbito ataque de mesura. Nada más lejos de la realidad.

RTVE, sin ir más lejos, ha alcanzado unos niveles de sectarismo impensables en una televisión pública de una democracia consolidada. Ha sido, literalmente, tomada al asalto por la izquierda y algunos de sus profesionales se han convertido en activistas del sanchismo a cambio, eso sí, de contratos millonarios. El nivel de politización del ente público es simplemente obsceno. Y eso no va a cambiar por mucho pacto PP-PSOE en el CGPJ. No seamos ingenuos.

Lo último en Opinión

Últimas noticias