Renfe, por la vía privada: al fin, una medida sensata

Renfe, por la vía privada: al fin, una medida sensata

En un Gobierno marcado por el sectarismo más recalcitrante, reactivo a más no poder a la liberalización de los mercados, sorprende gratamente que El Grupo Renfe haya aprobado en su Consejo de Administración del pasado día 27 de septiembre la creación de una empresa privada de transporte de mercancías y la búsqueda de un socio privado con quien compartir al 50% esta nueva empresa privada. El objetivo final es traspasar a esta empresa la mayor parte de cargas de trabajo, así como los principales activos. El plan de la compañía pública, era de prever, choca con la postura de los sindicatos, quienes consideran esta acción como un «nuevo atraco a la empresa pública ferroviaria».  Al fin y al cabo, los sindicatos hace tiempo que llevan instalados en una visión decimonónica de lo que representa el sector público, incapaces de entender que la colaboración pública-privada es la mejor garantía para afrontar los desafíos de un mercado que se mueve al ritmo contrario al que defienden unas centrales ancladas en el pasado.

El ingreso del pretendido capital privado en la compañía se justifica dentro de una estrategia de internacionalización de Renfe, de modo que nuevos destinos como Polonia, República Checa, Alemania, Eslovaquia y México se sumen a su actual presencia en Arabia Saudí, Francia y Estados Unidos. Y para eso es indispensable el capital privado que permita incrementar el volumen de negocio, el valor añadido de los servicios ofertados y la presencia internacional junto con el desarrollo, en paralelo, de un Plan de Reordenación de la Sociedad. Abrir las puertas a la iniciativa privada es un acierto, porque el régimen de monopolio frena la presencia de Renfe en otras áreas y países. Así que, aunque sea por una vez, el Gobierno socialcomunista ha tomado una decisión sensata. Cabe esperar que no se desdiga y de marcha atrás a una iniciativa que molesta mucho a los sindicatos, pero que es la mejor solución para no perder el camino que marca un un mercado cada vez más competitivo.

Lo último en Opinión

Últimas noticias