El remolque del PSC
Salvador Illa ha anunciado a bombo y platillo su asistencia al acto del Día de la Constitución en el Congreso, como parte de la «normalidad institucional» que, según el PSC, está viviendo Cataluña tras la llegada del líder de los socialistas catalanes a la presidencia de la Generalitat. Hasta aquí, la propaganda. Vayamos a la triste realidad que viven los catalanes constitucionalistas cada día. Podríamos hablar de cómo los catalanes castellanoparlantes ven vulnerados sus derechos lingüísticos amparados por la Constitución a la hora de tratar con la administración, o cómo la Generalitat vulnera el derecho de sus hijos a recibir enseñanza en español.
Podríamos hablar de cómo Salvador Illa vulnera el artículo 149.3 de la Constitución que otorga al Estado la competencia exclusiva sobre relaciones internacionales, al potenciar la red de embajadas de la Generalitat que impulsaron los separatistas. Y de otros muchos ejemplos más. Pero vamos a hablar de cosas más chuscas. Por ejemplo, el año pasado, en el único gran acto cívico organizado por la sociedad civil con motivo del Día de la Constitución, el que se celebró en Tarragona organizado por la Coordinadora de Grupos de la Resistencia Cívica, el alcalde de la ciudad, el ahora socialista y ex Ciudadanos Rubén Viñuales, boicoteó el acto de una manera muy cutre.
Por supuesto, el PSC no apareció por la plaza de la Constitución de Tarragona, a diferencia de PP, Vox y Ciudadanos que sí enviaron representantes. Pero Viñuales fue más allá. Los organizadores pidieron los permisos al ayuntamiento para celebrar el acto y solicitaron la infraestructura mínima para poder realizarlo, que era una tarima. El consistorio concedió la autorización y, cómo poco antes del 6-D se celebró otro acto en la misma plaza, ya había una tarima instalada. Pero algo pasó, porque a primera hora del Día de la Constitución operarios municipales la retiraron. Al final, un miembro de la organización a última hora consiguió un remolque y allí fue donde subieron los ponentes, entre ellos el periodista José Javier Esparza, para dar los discursos. Illa se hace la foto en el Congreso, pero los suyos boicotean a los constitucionalistas. Todo claro.
Esta misma semana Dani Sirera, presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, ha denunciado como el alcalde (socialista) Jaume Collboni se negó a firmar una Declaración Institucional presentada por los populares con motivo de la celebración del 46º aniversario de la Constitución Española. El texto manifestaba la lealtad del Ayuntamiento de Barcelona a la Carta Magna, «así como reafirmar y preservar los valores, el marco de convivencia y la lealtad institucional amparados por ésta y que se sustentan en la libertad, la igualdad, la solidaridad, la convivencia democrática y el cumplimiento de las leyes».
La declaración también proponía celebrar y conmemorar el día de la Constitución con una agenda de actos, con la simbología y el protocolo que merece. A pocas horas del 6-D en la agenda oficial de Jaume Collboni no figuraba su presencia en ningún acto relacionado con la Constitución, así que alguna razón debe tener Sirera cuando acusa al alcalde de mostrar poco entusiasmo con la Carta Magna para no incomodar al separatismo. Recordemos que el PSC está intentando cerrar un pacto con ERC para que entren en el gobierno municipal de Barcelona. Salvador Illa intenta disimular su rendición al separatismo, a cambio de mantener el poder, con un doble juego: se reúne con el Rey, va a los actos del 12 de octubre en Madrid y visita el Congreso el 6 de diciembre. Mientras, el PSC alimenta con dinero público la maquinaria propagandística y a las entidades separatistas mientras ahoga económicamente al constitucionalismo catalán. Foto en Madrid y fondos públicos para el secesionismo catalán. Así es el PSC. No compren su propaganda, por favor, la presencia de Illa en Madrid es pura hipocresía.