¿Quién trajo este hedor irrespirable?

¿Quién trajo este hedor irrespirable?
¿Quién trajo este hedor irrespirable?

Los hechos políticos de la España reciente fueron como sigue. Desde 1977, la España democrática se dividió básicamente en dos mitades: la herencia del PSOE al frente del cual estuvo un líder histórico que recuperó el poder, y una formación de nuevo cuño, fundada por un ex ministro del régimen anterior que consiguió llevar al sistema de libertades a aquellos que todavía estaban en el monte.

Durante casi 40 años la cosa funcionó bien, bajo el amparo de la Corona y con el rabillo del ojo mirando todos a evitar volver a las andadas del garrotazo. Hete aquí que, por mor de una gran crisis financiera/económica que dejó muchos cadáveres en el camino, un grupo de jóvenes ambiciosos, fuertemente ideologizados, envueltos en sus capas de universitarios, abriendo como método el baúl leninista clásico (incluso el estalinista), se aprestaron al asalto del poder sin importarles demasiado las normas de convivencia liberal en los que se asienta básicamente una democracia sostenible.

La liquidación sumaria del adversario ideológico, el señalamiento ad hominem del contrincante político que les disputa el poder, los escraches a domicilios con niños incluidos (Soraya, Rita Barberá, Cifuentes, Pons, Villacís -embarazada-, etc), señalamiento sin caer en el detalle a periodistas y creadores de opinión… Todo vale para subirse al carro del poder y una vez en él olvidarse de las promesas y seguir «cabalgando contradicciones». Agitando la miseria y la desesperación de los pobres a los que se abandona una vez aprovechados.

Hubo un tiempo en el que alardeaban de puño de hierro. Y hay un presente en el que demuestran tener mandíbula de cristal. Los gruesos argumentos y maneras que utilizaron antaño les golpean ahora en forma de bumerán.

Ya lo dijo el clásico, al gobierno hay que llegar aprendidos y llorados. Sobre todo, llorados.

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