Son Gotleu, entre la inseguridad y el abandono institucional: «La Policía no hace absolutamente nada»

Tras el fallecimiento en 2022 del histórico líder vecinal Ginés Quiñonero, el barrio palmesano de Son Gotleu se quedó huérfano de entidades que tomaran las riendas de los muchos problemas que afectan a esta conflictiva zona de la ciudad. Pero Mohamed Boutoil puso fin a esto hace unos pocos meses con la creación de la Asociación de Vecinos de Son Gotleu, encargada de intentar hacer de este barrio un lugar mejor para vivir.

Suciedad en las calles, palizas, robos con violencia, okupas campando a sus anchas, coches mal aparcados, inmigrantes ilegales peligrosos recién llegados a Mallorca en patera… Estos son muchos de los problemas que «están a la orden del día» y a los que se tiene que enfrentar muchas veces Mohamed Boutoil, ya que asegura que «la Policía Local y Nacional no hace absolutamente nada en este barrio, pasa del ciudadano».

Y es que en numerosas ocasiones es el propio presidente de la asociación vecinal el que se encarga de solucionar los problemas de sus vecinos debido a la inacción policial. «Todos los vecinos del barrio tienen mi número de teléfono y me llaman cada cinco minutos para que les ayude en vez de a la Policía, esto no es normal que pase», cuenta.

También se encarga de las labores de limpieza y cuidado de Son Gotleu, ya que «no hay jardineros nunca, tenemos que limpiar y cuidar nosotros del barrio», asegura.

Este nuevo líder vecinal denuncia en una entrevista a OKDIARIO el abandono que sufre Son Gotleu por parte del Ayuntamiento de Palma. «Hemos hablado con el Consistorio, con concejales, con los jefes de la Policía. A todos ellos les hemos presentado papeles con todos los problemas que sufrimos en el barrio pero no nos hacen caso, es una pérdida de tiempo», afirma indignado Boutoil.

Mohamed conoce el barrio «puerta a puerta» y cuenta que hay «mallorquines toda la vida» que «lo están pasando fatal por el miedo que tienen» de vivir en Son Gotleu. Algunos de ellos tienen pavor incluso para ir al médico, como es el caso de una vecina que acudió a su cita y no pudo volver a su casa porque habían entrado cuatro okupas argelinos con droga.

Los altos índices de incivismo de Son Gotleu también se ven reflejados en los parques infantiles y en los colegios del barrio. El líder vecinal denuncia la venta de drogas y la presencia de yonkis en los parques donde juegan los más pequeños y en las puertas de los colegios. «La directora del centro me llama a cada hora para decirme que hay jeringuillas tiradas por el suelo», explica Mohamed Boutoli.

La presencia de coches mal aparcados también es la tónica habitual en un barrio en el que el incívico se siente impune incluso para dejar su vehículo encima de la acera o en lugares que impiden el paso de los autobuses de la EMT. «Los conductores que hace eso les da absolutamente igual porque saben que nadie va a venir a decirles nada», lamenta Mohamed.

En cuanto a la okupación, el líder vecinal de Son Gotleu piensa que el gran culpable de este fenómeno es la Policía. «Yo llamo a la Policía para avisar de que hay okupas en un piso y lo que hacen es dejar pasar 48 horas para que ya no los puedan sacar de donde están».

Cabe recordar que Son Gotleu cuenta con pisos a la venta con okupas. En el portal inmobiliario Idealista se encuentran inmuebles con precios que van desde los 37.000 euros hasta los 90.000, aunque la presencia de okupas impide que los compradores puedan visitar estos pisos, ni financiarlos, por lo que el nicho de posibles interesados se reduce a inversores

La vivienda con okupas más barata que hay en Son Gotleu es un bajo de 52 metros cuadrados y dos habitaciones en el Passatge Pic Auñamendi. Se vende ahora por 35.500 euros, cuando su precio inicial era de 38.600 euros. Por contra, una de las más caras es un tercer piso sin ascensor en la calle Indalecio Prieto, de 65 metros cuadrados y dos habitaciones, a la venta por 88.400 euros.