Que debata con ‘Txapote’

Que debata con ‘Txapote’

«Si a mí me dicen, por ejemplo, que va a haber un debate a cinco como el que propuso Atresmedia, yo no tengo ningún problema en debatir», dice Pedro Sánchez. «¿Y el cara a cara con Pablo Casado, que reiteradamente se lo ha pedido?», le pregunta entonces la periodista Julia Otero en su programa de Onda Cero, a lo que el presidente responde: «¿Y entonces qué ocurre con Podemos y Ciudadanos? Con más argumentos que Vox van a decir ‘oiga, yo también quiero ese debate’. Sostengo que el debate a cinco es el debate que se tiene que hacer en esta campaña electoral». La entrevista se produjo el 18 de abril de 2019, hace apenas 4 años. Finalmente, en aquella campaña electoral Pedro Sánchez participó en dos debates, uno en RTVE el 22 de abril y otro en Atresmedia al día siguiente, ambos junto a Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos). El candidato del PSOE se negó a hacer el cara a cara que le reclamaba el del PP.

En la siguiente convocatoria de noviembre de 2019, Pedro Sánchez también se negó a hacer ese cara a cara y esta vez participó sólo en un debate organizado por la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, que ofreció la señal para que pudiera verse simultáneamente a través de RTVE, Atresmedia y Forta y en el que participaron los cinco candidatos a la presidencia del Gobierno, incluido esta vez Santiago Abascal (Vox). Y sin dar ni la menor explicación, como es habitual cada vez que Pedro Sánchez cambia de opinión y hace lo contrario de lo que ha prometido, esta vez el presidente del Gobierno le ofrece seis debates cara a cara al líder del PP. «Proponemos formalmente que cada semana se celebre un debate cara a cara entre los dos principales candidatos a la presidencia del Gobierno en los principales medios de comunicación. Cara a cara. Lo haríamos cada una de las semanas, el próximo lunes la primera, en los 6 principales medios de comunicación», ha dicho Sánchez.

La respuesta del Partido Popular no se ha hecho esperar. «No tengo ningún problema en tener un debate cara a cara con el señor Sánchez. Y a partir de ahí, deje por favor a los grupos y a los jefes de campaña que decidan cuál es el formato y cuántos, cuáles y en dónde», ha afirmado Alberto Núñez Feijóo este martes en una entrevista al programa Más de Uno de Onda Cero. Después de que ayer el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, calificara como «excentricidad» la ocurrencia de tener hasta seis debates cara a cara: «Entendemos la ansiedad de Pedro Sánchez, pero le pedimos calma, no estamos para excentricidades», dijo en nombre del PP. Por su parte, la líder de la plataforma Sumar, Yolanda Díaz, ha criticado la propuesta del presidente del Gobierno, diciendo que «España es más que un debate entre dos hombres». Y Santiago Abascal afirma que se trata de «resabios del bipartidismo» y que «con esta propuesta, Sánchez demuestra que teme debatir con Vox».

El motivo por el que Pedro Sánchez ha cambiado tan radicalmente de criterio es obvio, en 2019 él veía que tenía buenas expectativas para ganar aquellas elecciones, convocadas más de un año después del éxito de su moción de censura contra Mariano Rajoy, tiempo en el que había estado gobernando en solitario. Mientras que ahora, tras haberse asociado con la extrema izquierda, los golpistas catalanes y los proetarras vascos, y después del fracaso del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales, Sánchez se sabe perdedor e intenta hacer lo que sea para reducir la debacle a la que inexorablemente se ve encaminado. A la desesperada ha convocado las elecciones en la fecha en la que él piensa que más daño puede hacer a sus socios de Gobierno, que es precisamente a los que quiere dejar fuera de los debates. Sánchez quiere convertirse en el único representante de la extrema izquierda en España y por eso ha convocado las elecciones sin tiempo para que Sumar y Podemos hagan otra cosa que atacarse entre ellos por un puesto en las listas, como efectivamente están haciendo. Y ahora los quiere eliminar hasta de los debates televisivos.

Feijóo y Abascal no deben tener ningún temor a ponerse delante de una cámara a debatir con Sánchez. Son tantos los reproches que se le pueden hacer que debatir con él es cosa de niños. Las cesiones ante Bildu, los etarras trasladados y liberados, los indultos a sus socios golpistas catalanes, la excarcelación de cientos de pederastas y violadores… la lista es casi infinita. Pero, aunque les beneficie confrontar con él, los líderes de Vox y PP deben tener en cuenta que debatir con Sánchez es igual que hacerlo con Txapote y cualquier demócrata se lo pensaría dos veces antes de caer tan bajo.

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