Para pedir, rapidísimos; para repartir, más lentos que el caballo del malo

Según los datos de cierre presupuestario del ejercicio de 2021 publicados por el Ministerio de Hacienda, de los 24.198 millones de euros del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (los fondos europeos) que el Gobierno prometió inyectar en la economía el pasado año, sólo se han dispuesto 11.003,05; es decir, el 45% de lo prometido. El Ejecutivo de Pedro Sánchez se comprometió a poner el dinero en circulación para consolidar una fuerte recuperación, pero van pasando los meses y las promesas del Ejecutivo duermen el sueño de los justos. España fue el primer país que recibió el visto bueno de Bruselas a su plan y el primero que recibió las primeras partidas. Para el Ejecutivo socialcomunista era vital que el dinero llegara con la máxima urgencia y, sin embargo, las prisas de entonces para instar a Bruselas a soltar los fondos contrastan con la desesperante pasividad del Gobierno para repartirlos.
Los ministerios que menos fondos han repartido son Transportes e Industria, Comercio y Turismo. Inexplicable, si tenemos en cuenta que la pandemia se cebó especialmente en sectores que están bajo el ámbito de competencias de estos departamentos. O sea, que cuando no había medios porque no había y ahora que los hay, porque son incapaces de hacerlos llegar a su destino. En Bruselas se preguntarán a qué tanta prisa en reclamar los fondos si Industria sólo ha repartido 102 de los 1.708 millones que tenía presupuestados, apenas un 6% del total, y Transportes ha pagado 2.327 millones de los 4.982 millones que tenía previstos repartir en 2021, menos de la mitad. El Ministerio de Igualdad (19,8 millones de euros de los 48,5 presupuestados) y el de Cultura y Deportes (61 de 222) también van especialmente rezagados, lo que demuestra que no estamos ante un problema puntual, sino que la gestión de los fondos está siendo un fracaso absoluto. Tanta prisa para pedir y tanta lentitud para repartir. El sanchismo en estado puro.