Patochadas ante la falta de energía, trabajo y lentejas

Patochadas ante la falta de energía, trabajo y lentejas
Patochadas ante la falta de energía, trabajo y lentejas

La España dibujada en color sanchista se desvanece en la medida que se invocan los pormenores en la vida diaria de los ciudadanos, que en términos generales, han perdido el 25 por ciento de poder adquisitivo en un año ante la carestía de vida, empujada por la brutal subida de la energía tanto en la factura eléctrica y gasística como en el depósito del coche.

En efecto. Vuelvo a insistir. Hoy tras los efectos de una energía desmadrada (especialmente en España), la inflación galopante con subidas generalizadas en el pan, la mantequilla, las costillas de cerdo (del solomillo, ni hablamos), el sueldo vale un 25 % menos que hace un año. Luego llegarán la subida de impuestos y tasas, entre ellos, el peaje en las autovías que ya no desmiente el Gobierno. Y presumen, oiga. No paran de presumir.

Resiliencia, cuando ellos han pasado del cero al infinito, todo a costa del contribuyente. Les importa un ajo el déficit y la deuda, que están desbocados. O no quieren enterarse, colgados como están en sus encimeras de plata.

Que si Yolanda Díaz es Eleanor Roosevelt disfrazada de comunista de pega. La que se muestra exultante ante cualquier dato “fake” en relación con el empleo. La ministra que todo lo que puede y sabe ofrecer es subvenciones, ertes, caridades públicas por cuenta del que madruga diariamente para trabajar y cotizar a Hacienda y a la Seguridad Social. Como se han percatado ya de que no son capaces de crear cañas para poder pescar, tratan de engañar al paisanaje con sus peroratas acerca de hocicos autoritarios, se mimetizan en lenguajes chorras, revuelven tumbas a cuenta de la Memoria de la Desmemoria, venden burras ciegas por caballos cuatralbos.

Más trabajo (especialmente para los jóvenes); más energía barata para los hogares en riesgo; más lentejas, más seguridad para la gente honrada y más pan. Porque cuando todo eso periclita aparece la mohína. En realidad, todo lo que estamos viendo en España no es algo nuevo. El columnista lo ha podido describir en otras latitudes hispanas, esas que son el tributo admirativo de una parte del Gobierno. Y en donde niegan la mayor por puro sectarismo e ideología vencida y fracasada.

En el tema clave, que no es otro que la mejora del nivel de vida de los ciudadanos, han demostrado no saber, ni querer, ni poder. En el asunto de la agitación y la propaganda no fallan. Auténticos campeones.

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