Ante el paredón ensotanado

El Congreso de los Diputados se apresta a investigar los casos de pederastia producidos en centros de la Iglesia Católica, al mismo tiempo, que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, iniciará la suya propia tras ser designado por Sánchez para echar luz sobre los abusos, incluyendo corolarios con nombres y apellidos.
Yo les doy un nombre a ambas comisiones: el de Fernando Giménez Barriocanal, el jefe de la pasta, que tiene que conocer chantajes al respecto. Barriocanal, una inteligencia superior, es amigo personal de Gabilondo y compañero de claustro en la Universidad Autónoma de Madrid. El jefe de la caja eclesiástica en Añastro, 1 siempre ha buscado congeniar con los partidos de izquierda, hacerse perdonar no ser de izquierdas e incluso utiliza sus botafumeiros mediáticos para hacer méritos ante el socialismo, Podemos y la izquierda en general. ¡Pues, hala, ahí tienes la oportunidad de deponer!
Supongo también que el cardenal Osoro, el hombre del Papa en Madrid, también irá de buen grado al Congreso o a las dependencias del Defensor del Pueblo. Los abusos de niños en colegios católicos no es una novedad para nadie. Gabilondo fue fraile y en el colegio donde impartía filosofía se produjeron casos inconfesables de abusos sexuales a los pequeños.
Las intenciones de la izquierda parlamentaria para abrir una investigación a la Iglesia Católica no se ocultan. La religión es uno de sus caballos de batalla, específicamente de la Iglesia de Roma; ello, pese a que les produce gran gustirrinín ir a arrodillarse ante Francisco, eso sí, en Falcon, con gran séquito y fin de semana incluido en Roma gratis total. A cargo del contribuyente que es lo que mola.
Las conclusiones de dichas comisiones las sabemos de antemano. No me parece mal, pese al gasto, que se lleven a cabo, pero con idéntico fragor en casos sonadísimos de abusos sexuales a menores que han acaudillado parentescos de dirigentes zurdos o zurdas.