Marlaska pone a la Guardia Civil a contar maletas

Marlaska pone a la Guardia Civil a contar maletas

No es por casualidad que el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska haya articulado un plan de retirada de la Guardia Civil de puertos y aeropuertos. La primera infraestructura en la que se va a implantar el cambio es el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde los mandos ya han sido avisados del traspaso de competencias a la Policía Nacional. En el caso de Cataluña y el País Vasco, el plan pasa por entregar las competencias de la Guardia Civil a los gobiernos de sendas comunidades autónomas, un paso más en la estrategia de desmantelamiento del Instituto Armado en estos territorios.

La Benemérita dejará de hacer las funciones de seguridad, se desmantelará la oficina de denuncias, los guardias civiles no estarán presentes en las zonas comerciales, ni tampoco prestarán servicio en pista ni se ocuparán de los pasajeros conflictivos. Tampoco de los eventuales accidentes pese a que los pilotos en caso de emergencia reclaman su presencia a la torre de control. Su cometido, a partir de ahora, será el de filtrar la entrada y salida de pasajeros y  vigilar los equipajes. Si esto ocurrirá en el aeropuerto madrileño, la presencia en los aeródromos de Cataluña y el País Vasco será nula, porque la gestión integral de la seguridad de las infraestructuras aeroportuarias y portuarias de estas regiones pasa a ser cedida a las comunidades autónomas.

En el caso de Cataluña, está previsto que ocupen las funciones de la Guardia Civil los Mossos d’Esquadra, que doblan el sueldo a los agentes de la Benemérita. Interior también quiere retirar a la Guardia Civil de los aeropuertos y los puertos del País Vasco para otorgarle sus competencias a la Ertzaintza. Los agentes afean que este movimiento pueda suponer una estrategia política de cara a las elecciones vascas q​​ue se celebrarán el próximo 21 de abril o los comicios catalanes que tendrán lugar el 12 de mayo de este año. En suma: a Marlaska no le gusta la Guardia Civil. Y a los guardias civiles, por razones obvias, no les gusta Marlaska.

 

Lo último en Opinión

Últimas noticias