Los Premios Talentya tiñen de rosa el verano mallorquín

Un nuevo enfoque, la magia de Can Martí Feliú… Compartir, sumar, vivir…
Talentya ha regresado con traje nuevo. Desde hace años Juanjo Jiménez y Belén Blanco, junto a sus hijas, tienen la generosidad de abrir las puertas de su casa, un casal de 800 años, para que acoja a sus invitados talenteros.
La selección suele ser sumarísima, mentes que destacan en todos los campos de la vida para mejorarla. Llegan a Mallorca sin saber a qué vienen, confiando en la palabra de sus anfitriones y de repente se encuentran sumergidos en un mundo de intercambios, de ideas, de sueños, con un denominador común, la excelencia.
Talentya regresa con energías renovadas, con ganas de inspirar e inspirarnos. Este año marca un antes y un después, se hace más dinámico, más abierto. Un formato evolucionado, más sostenible, sin limitaciones. Un formato para reencontrarnos con nuestra esencia, con la vida, con amigos, con el talento y la inspiración. Curiosamente, en sus inicios fue casi secreto, poco a poco ha ido abriéndose hasta convertirse en una de las citas más interesantes del verano balear. Y más distinguidas.
Recibir la invitación o saberse bienvenido es un plus en la vida de todos. Anoche volvimos a descubrirlo, a sentirlo, durante la entrega de los premios Talentya 2025, celebrada con una gran fiesta de gala en el Castillo de San Carlos, una fortaleza que nos cobijó de nuevo y viene haciéndolo desde el siglo XVII, hoy con una función muy distinta, puesto que se ha convertido en el fuerte indispensable que protege las grandes celebraciones.
El escenario no puede ser más espectacular, piedra sobre piedra, y anoche la iluminación que nos coloreó de rosa gracias a la genialidad de Aiko incrementó más si cabe su belleza.
La llegada, sobre todo para los que no conocían el lugar, dejó a muchos con la sensación de entrar en un túnel espacio-tiempo que iba a generar muchas sorpresas. Y las hubo, muchas, a cada cual más asombrosa. Antes de que comenzara la gala, los invitados subimos a la parte alta de la fortaleza del Castillo de San Carlos para poder disfrutar de la puesta de sol que tiñe de rosa anaranjado la bahía de Palma. Con la noche y la brisa, se estaba de lujo. La verdad es que la gala comenzó con un momento para la historia.
Lolo Garner ha regalado al Ejército español dos reproducciones de las esculturas que los Reyes de España quisieron situar en los jardines del Palacio de la Zarzuela, frente a la puerta donde se fotografían todos los que visitan la casa. Ese momento, el de descubrir las obras que permanecerán en el patio de armas del castillo para siempre fue emocionante porque se homenajeó, no sé si a propósito o no, el trabajo, la dignidad y el esfuerzo que realizan nuestros Reyes desde que asumieron la Corona. Mejorando cada día y esto se lo reconoce Víctor Manuel y la más monárquica de las presentes, quizás Paula Fuster Tarongí.
Por nombrar a alguna de las muchas personalidades reunidas en torno a un sueño y a una realidad que se premia en un acto que es elegante porque no es encorsetado y eso que hay discursos y grandes frases. Sin embargo, la noche consigue ser festiva y hasta los más influyentes, Sebastián Escarrer, que acudió acompañado de su preciosa mujer, Marian Bisbal, a los que conozco y quiero desde hace muchos años, se quedaron sorprendidos y como todos buscando una explicación lógica a lo que estaba sucediendo. Con ellos, el abogado Juan Nadal y su esposa Pepa Juan, quererlos es fácil.
En fin, una mesa de grandes junto a muchas mesas de grandes. Lo que se consigue reunir durante estos días quita el sentido. No hay clases, no hay barreras, salvo las de la buena educación y una obligación, practicar el sentido del humor. El mío a veces es áspero, británico o agitanado, que más da, pero ya está bien de tomarnos demasiado en serio cuando ya los hay que nos superan desde hace tiempo sin darse humos pasados de moda.
Justamente de ese ramalazo en el que es tan fácil caer huye Talentya y huyen sus fundadores y sus hijas, ya participando activamente en la organización de locos que supone esta cita tan especial. Nombraré a los premiados y acabaré con la música que nos llevó al cielo, conscientes del privilegio que estábamos viviendo, privilegio de grandes artistas casi improvisando actuaciones memorables.
Talentya se define como un ágora de vida y lo es. A quien vi primero, más joven que nunca, fue al padre Ángel, con el que me fundí en un cálido abrazo tan reconfortante que te hace entender cómo la paz se contagia. Los premiados, ahora sí. Premio Talentya a la inspiración para el doctor Manuel Sans Segarra. Talentya Pasión al seleccionador español de fútbol Luis de la Fuente, Talentya vida para Javier de Castro, jefe de Oncología del Hospital La Paz, Talentya Compartir para Cruz Sánchez de Lara, que hizo uno de los discursos más inspiradores de la noche. Es vicepresidente de El Español. Talentya Creación para Víctor Manuel, no sólo como cantautor, también como productor y cineasta. Y para acabar premio Talentya Superación para Javier Benavente, fundador de vivo fácil, el que creyó que la dignidad no era sólo para unos pocos, resumiendo muy mucho una larga lista de regalos a los hombres. Entre premio y premio actuó la banda de Rubén Mosteiro.
Talentya es celebración de vida, una gran boda en la que casan en una ensalada perfecta, pero imprevista, mentes privilegiadas, artistas sobrenaturales, como cuando Sole Jiménez nos regaló uno de los temas icónicos de Ana Belén, en homenaje a su esposo premiado, el gran Víctor Manuel, que sigue siendo minero de la vida. Vaya carreras más inspiradoras. Y para acabar, la voz casi infantil de Nena Daconte, que se arrancó con su Tenía tanto que darte, tantas cosas que contarte. Pero acabo aquí para dejarles con las ganas de saber más, de algo que año tras año nos despista más. ¿Qué puñetas es Talentya?
P.D. Se me olvidaba contarles la alegría que produce ver a Luis Fidalgo disfrutando de la vida, acordándonos siempre de nuestra Chantal Jourdain. Su Chantal.