De lo de ‘Tito Berni’, ¿qué pasó?

Tito Berni

La organización criminal de la trama corrupta liderada por el ex diputado nacional canario, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, miembro del PSOE, por más señas y más conocido entre sus pares como Tito Berni, empieza a tabularse y encajar sus piezas después de informe tras informe, redactados con destino a la juez instructor por agentes especializados de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Ha sido el último gran escándalo de corrupción (que se conozca) parido desde las tripas socialistas y que llegó a afectar nada menos que al Congreso de los Diputados, cuya sede era utilizada por el Tito Berni para sus presuntas fechorías.

La magistrada que está instruyendo el caso no tiene reparo alguno en afirmar que el susodicho personaje, presuntamente corrupto hasta los tuétanos, utilizaba su influencia política ante cualquier industrial -daba igual las áreas económicas en las que se desenvolviera- para demostrar su poder de influencia ante el Gobierno canario y nacional para exhibir sus poderes, a cambio de comisiones, naturalmente. Según la magistrada, las grabaciones legales realizadas por los agentes especializados no dejan lugar a dudas y ponen en entredicho algunas de las manifestaciones realizadas por dirigentes nacionales del PSOE, entre ellos, el portavoz parlamentario, Patxi López, durante los días más resplandencientes tras el estallido del monumental escándalo.

La concatenación de tres elecciones -municipales, autonómicas y legislativas- y la vorágine irredenta de los acontecimientos han dejado en los últimos meses aparcado informativamente el caso del Tito Berni, pero no parece haber intención en la juez instructora de soltar la madeja que envuelve un asunto que hiede por los cuatro costados. Ello será aún más visible si Pedro Sánchez -hay centenares de fotografías del presidente del Gobierno compadreando con el Tito -tiene que abandonar el poder. Ya no tendría capacidad de influir y tapar cualquier resquicio o imposibilitar la investigación por parte de los miembros competentes.

Tengo para mí que Tito Berni, al parecer encabronado con sus antiguos conmilitones al haberle dejado al pairo, puede tener la tentación de tirar de la manta y poner cantidades a algunos de los nombres que aparecen en los legajos oficiales.

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