Lo del lobo y las ovejas

Lo del lobo y las ovejas

El mismo día en el que Pedro Sánchez recibía en La Moncloa a Pere Aragonés, presidente de la Generalitat de Cataluña dentro de ese marco de diálogo que conducirá a una etapa de «concordia y puentes tendidos», el jefe del Gobierno catalán nombraba directora del Instituto de Seguridad Pública de Cataluña -en la práctica, la escuela de formación de los Mossos- a Tamara García de la Calle, pareja de Daniel Gimeno, director del Gabinete Técnico de la vicepresidencia de la Generalitat durante el 1-0. Mano derecha de Oriol Junqueras, Gimeno fue la persona que se hizo con el censo de los catalanes para organizar el referéndum ilegal. El mismo que avisó a sus contactos, entre ellos su pareja, para alertarles de la llegada de la Guardia Civil a la consejería de Economía: «Chicos, hay Guardia Civil en la puerta de Vía Laietana y Economía, hijos de puta».

Si la directora de la escuela de formación de los Mossos es Tamara García de la Calle, pareja de quien consiguió de forma ilegal el censo para el referéndum contrario a la Constitución, no hace falta ser un lince para saber que los agentes autonómicos no serán instruidos en lealtad constitucional y  respeto al Estado de Derecho, sino en cómo convertirse en colaboradores necesarios del golpismo.

Así que si Pedro Sánchez cree que los separatistas catalanes se van a caer del guindo para incorporarse a la senda del respeto al ordenamiento jurídico es que el presidente ha perdido el oremus. O que estamos ante un juego de trileros entre el Gobierno socialcomunista y el Gobierno de los golpistas catalanes para que Sánchez les entregue el Estado a cambio de asegurarse él el Ejecutivo de España.

Colocar a la pareja de uno de los ‘cerebros’ del golpe contra la Constitución -el que advirtió de la llegada de los guardias civiles ‘hijos de puta»- en la escuela de formación de la Policía autonómica catalana es como poner al lobo a cuidar de las ovejas. Y Sánchez, de jefe del cortijo.

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