Y líbranos del mal, amén

Y líbranos del mal, amén

Desde que Isabel Díaz Ayuso le metiera a Pedro Sánchez un revolcón de aúpa en las urnas madrileñas, el presidente del Gobierno lo ha intentado todo: laminó a la mitad de su Gobierno, intentó criminalizar a la derecha con el cuento ese del discurso del odio y todos sus intentos resultaron baldíos. Franco ya no tira, el fantasma del fascismo no cuela y el PSOE se desinfla en las encuestas. ¿Qué hacer?, se preguntan en La Moncloa. Y, ¡eureka!, se les ha encendido la luz: toca la Iglesia Católica. Sánchez prepara ya la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede para endurecer el trato a los colegios católicos y a los bienes de la Iglesia. Es la última bala que le queda en la recámara para excitar el voto de izquierdas. El Congreso federal del PSOE de Valencia nos ha dado pistas de su estrategia, porque en los informes socialistas se destaca que «en el marco de todos estos procesos y avances en materia de laicidad, con nuevos objetivos como una ley del siglo XXI de Libertad de Conciencia, Religiosa y de Convicciones, resulta coherente con nuestro Estado constitucional de Derecho revisar los acuerdos con la Santa Sede».

Eso sí, el PSOE asegura que lo harán con consenso, «impulsando desde el Gobierno unos nuevos acuerdos con el Vaticano propios de nuestro tiempo, en el marco de los valores y principios de la democracia constitucional y desde el respeto mutuo y adecuada distinción entre el Estado y la Iglesia, beneficiosa para ambos». Con mucho consenso, eso sí, Sánchez revisará las inmatriculaciones de bienes de la Iglesia y se lanzará a una campaña para denunciar que la Iglesia se ha apropiado ilegalmente de infinidad de inmuebles. Al tiempo, promoverá la existencia de un Estatuto de Laicidad que desarrolle su aplicación en «el ámbito de los servicios públicos, escolares y de otra especie». Es decir, pondrá en el punto de mira a los colegios concertados católicos y, de paso, prohibirá  cualquier símbolo o ceremonia religiosa en los actos oficiales.

Así que, como Franco ya no renta, el fantasma del fascismo les ha salido rana y Sánchez no acierta con la tecla, el PSOE va ahora a por la Iglesia Católica. Eso es que sus encuestas -las de verdad, no la del CIS de Tezanos- les dan peor de lo que pensábamos. Y líbranos del mal, amén.

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