Lecciones del 13F: la trampa saducea

Lecciones del 13F: la trampa saducea
Lecciones del 13F: la trampa saducea

La primera es, sin duda, la consolidación de las taifas provincianas a las que desprecia el sentido común y, entre otros, Raúl del Pozo. Haber llegado al siglo XXI en la nación más antigua del mundo con este panorama cantonal en un país que es la cuarta potencia de la Unión Europea es como poco, sonrojante. Lo escribe un castellano con ancestros, orgullosos de los mismos, pero profundamente europeo y ansioso de una mayor unidad política, económica, cultural y social en el viejo continente.

¿Acaso piensa alguna mente medianamente poblada que en la UE van a sacar algún provecho presentándose en solitario los seis procuradores que en mi tierra han conseguido la UPL o Soria ¡Ya!? Escrito lo anterior, procede lo siguiente: que cada cual se ahorque con la soga que quiera ante las urnas. Es su derecho, sí, pero también su responsabilidad. Me da exactamente igual a quién hayan birlados los votos. Siempre he procurado huir de cualquier vuelo gallináceo y feudalista.

La segunda lección tiene que ver con el cuarteo del centroderecha y la derecha. Se ha convertido en un axioma aquello de que “derecha desunida es derecha vencida…” Nada más cierto en este 13F. Cuando surgió Ciudadanos, y especialmente, Vox, se lo dije a la cara a Abascal (Trece TV) que reivindicó su derecho ante “la derechita cobarde”.

La tercera. Ha llegado un perdedor, Sánchez, ha impartido doctrina y hasta justicia. Sí, sí, Sánchez, leen bien. Le ha dicho a Casado que está dispuesto a echarle una mano en la gobernabilidad de Castilla y León siempre y cuando decida:

-Inclinarse ante sus pies y le lama las botas.

-Que explique el por qué no puede pactar con Vox.

-Que rompa cualquier relación con el partido de Abascal, es decir, Madrid, Andalucía, Murcia, etc.

A esto se le llama ir a por uvas y salir vendimiado. Las elecciones las ha ganado el PP, recuperando votos que fueron suyos. Y aparece como perdedor cuando en realidad el gran batacazo se lo ha llevado el PSOE con todo el aparato nacional (BOE, dinero público, CIS, RTVE, etc…) volcado en apoyo de su candidato.

Esto último sería la cuarta lección que deberían aprender los chicos del PP, ahora más ocupados en batirse a navajazo limpio en los salones de su casa que de apretar el acelerador para tomar al asalto democrático el palacio de La Moncloa.

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