Lambán, Page, Puig y Vara derogan la sedición

Javier Lambán, Page, Ximo Puig y Vara derogan la sedición
Javier Lambán, Page, Ximo Puig y Vara derogan la sedición

Dejó escrito Victor Hugo que «existe solidaridad y participación vergonzosa entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo deja hacer» y es una verdad indiscutible que hoy se hace patente en el Congreso. El presidente de Aragón, Javier Lambán, el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig y el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, van a derogar el delito de sedición para así facilitar que vuelvan a España con impunidad los golpistas fugados Puigdemont y Rovira y que los indultados como Junqueras puedan volver a presentarse a las elecciones para convocar otro referéndum de autodeterminación y dar otro golpe de Estado. Si los barones del PSOE estuvieran en contra, tendrían en su mano la forma de evitarlo, pero lo van a consentir. La cobardía les hace cómplices de la traición, tanto a ellos como a todos y cada uno de los votantes del PSOE que son, en última instancia, los responsables de todo lo que hace Pedro Sánchez.

Lambán, Page, Puig, Vara y sus votantes socialistas son los que han indultado a los golpistas catalanes sin que lo hubieran solicitado por ellos mismos, ni hubieran manifestado el menor arrepentimiento, ni siquiera hubieran acatado la Constitución y comprometido a no volver a hacer lo mismo, sacándolos de la cárcel tras poco más de tres años de cumplimiento de condena. Pero ese indulto que servía para ponerlos en la calle no eliminaba la condena que les inhabilita para volver a presentarse como candidatos en unas elecciones así que ahora el PSOE de los barones va a eliminar esa pena del Código Penal y asunto resuelto, tanto para ellos como para los fugados Puigdemont y Rovira, que deben estar partiéndose de risa de todos nosotros desde su exilio dorado.

Lambán, Page, Puig, Vara y sus votantes socialistas han transferido las competencias de prisiones al País Vasco, donde llevan acercados a 149 etarras, entre los que se encuentran Txapote, el asesino entre otros muchos de Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica y Gregorio Ordóñez; y Henri Parot, imputado por 82 asesinatos, entre ellos los de la voladura de la casa cuartel de Zaragoza, donde asesinó a cinco niñas. Sólo faltan 26 etarras por trasladar y la AVT estima que para estas navidades estarán ya todos allí, donde gozarán de un indulto encubierto, ya que el Gobierno vasco ha otorgado ya el tercer grado a más de 30 de los etarras trasladados.

Tenemos memoria de pez. Ya no nos acordamos de cuando los barones del PSOE se echaban las manos a la cabeza al ver a la ministra María Jesús Montero sentada en la misma mesa con los diputados de Bildu para negociar su voto a los Presupuestos. Ni de cuando manifestaban su indignación porque hubiera aceptado un «mediador internacional» que intercediera entre los gobiernos central y catalán, en condiciones de igualdad. No recordamos que hace seis meses los barones del PSOE decían no estar de acuerdo con que Sánchez hubiera dado un giro histórico en la postura de España sobre el Sahara, entregándoselo a Marruecos sin consultar con nadie. O que todos los barones del PSOE se pusieran de acuerdo para reivindicarse como herederos del régimen del 78 y la prosperidad que nos ha traído aquel pacto constitucional entre izquierda y derecha. Y no recordamos nada de esto porque al final los barones del PSOE se han venido plegando una y otra vez a los deseos de Pedro Sánchez, calladitos y sin rechistar. La cita de Víctor Hugo con la que empiezo estas líneas va antecedida por esta otra afirmación: «La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es un consentimiento». Los barones del PSOE y sus votantes son cómplices por cobardía de todas las traiciones y mentiras de Pedro Sánchez.

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