El indulto a Griñán: Arma letal II

Si algo ha demostrado Pedro Sánchez desde que dejó de ser un mero aprietabotones en el Ayuntamiento de Madrid es que no se arredra a la hora de tomar decisiones arriesgadas que le conduzcan a su particular tierra prometida.

Por los antecedentes, convertidos ya en ancestros de la vehiculación sanchista, soy de los convencidos de que tal y como hizo con los golpistas catalanes, las decisiones judiciales en el caso Griñán le permitirán fumarse un puro o, en el mejor de los supuestos, hacerse un gorro de papel de cara a la fiesta de cumpleaños de sus hijas.

Quizá el dirigente socialista con más fuste en estos momentos, el sevillano Juan Espadas, se ha negado a pedir el indulto para sus conmilitones y antiguos jefes. Sabe que si eso se perpetra el electorado se levantará en votos y a los estacazos últimos se sumará el abandono de miles y miles de militantes y simpatizantes. A Sánchez le da lo mismo que lo mismo le da. Él está a lo suyo y los que le rodean –fundamentalmente la nueva estrella partidaria, María Jesús Montero- presionan para que la máquina de los indultos (“medida feudal”, decía el propio presidente) empiece a carburar.

La decisión, como ha escrito un reputado columnista, significaría que el PSOE perdona al PSOE mientras el común de los mortales condenados tienen que pasar parte de su vida entre barrotes. Nada tengo contra el ex mandamás socialista. Invocar que Griñán es “buena persona” para adjuntarle un indulto por delitos tan graves suena a chacota. Se puede ser buena persona y al mismo tiempo resultar un delincuente como dictaminaron los tribunales andaluces y acaba de confirmar el Tribunal Supremo.

De llevarse a cabo lo del indulto -que se llevará- la debacle del PSOE está garantizada. Ello, sumado a todo lo que estamos viviendo bajo el imperio del hombre del Falcon. Muchos socialistas de buena fe, que los hay, aunque no levanten la cabeza, están que quieren morirse en vida.

Antes de que cante el gallo tres veces, Sánchez firmará el indulto. Quiere hacerlo antes de que la Audiencia de Sevilla urja el ingreso en la cárcel del “bueno de José Antonio…”.