El Gobierno no es un instrumento electoralista

El Gobierno no es un instrumento electoralista

El cometido del Gobierno de España es gobernar para todos los españoles y no instrumentalizar todos los recursos del Estado con fines electoralistas. Pedro Sánchez, que de manera constante no conoce la frontera que separa al Ejecutivo y al PSOE porque para él ambas cosas parecen ser lo mismo, está utilizando todas las redes sociales oficiales de los Ministerios para promocionar la huelga feminista del 8M. Y por este hecho no resultaba lo suficientemente impúdico, la formación de Ferraz, que aún no sabe si seguirá al frente del país por muy edulcorado que resulte el barómetro del CIS de Tezanos, ha aprovechado TVE –también al servicio del jefe del Ejecutivo– para emitir el vídeo de un joven doctorado de EEUU que  tilda  de “mequetrefe” a Pablo Casado.

Es inadmisible que el Gobierno, que debe velar por los intereses de todos los ciudadanos –sin distinción– esté usando los medios públicos a su alcance para la consecución de fines políticos. Un Ejecutivo no puede –ni debe– llamar a la paralización de un país entero, para eso ya están los sindicatos y los colectivos feministas, o usar la televisión pagada con el dinero de todos para insultar a su oponente político con el único objetivo de conseguir un puñado de votos de cara al 28-A. No obstante, la instrumentalización de las herramientas públicas es una constante en Sánchez. Recuérdese, y no se trata de un hecho baladí, que el socialista utilizó con descaro el atril del Palacio de la Moncloa para dar un verdadero mitin político y activar la precampaña electoral, aún sin haber anunciado la disolución de las Cortes Generales y la fecha definitiva de los comicios.

El PSOE, qué duda cabe, tiene plena libertad para ser el abanderado del feminismo y la igualdad, para secundar la huelga feminista del 8M si es su deseo y para endurecer las premisas de su estrategia política elevando el tono contra el resto de formaciones políticas para intentar ganar el 28-A. Pero, lo que no debe olvidar Sánchez, y a tenor de los hechos parece haberlo olvidado, es que los recursos del Estado pertenecen a los 48 millones de españoles que forman España, sean o no sean votantes del PSOE, vayan o no vayan a secundar la huelga de la próxima semana con motivo del 8M.

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