Futuro Sánchez: PNV+BILDU+ERC

Es perfectamente descriptible el cambio de estrategia de Alberto Núñez Feijóo respecto a su labor de oposición a un jefe de Gobierno falaz al frente de un equipo que hace agua y en llamas. Hasta ahí, el diagnóstico es certero.

Lo que tengo para mí y así lo escribo es que no se ha dado cuenta de que no es Sánchez. Es el jefe del PSOE unido al PNV –siempre al lado de quien da más y nadie como Sánchez para repetir la herencia del abuelo-, a los independentistas catalanes y a los herederos políticos de ETA, que también son, obviamente, secesionistas y España les sobrepasa, salvo cuando les llena el cazo.

Este es el primer y único input político que la escuela Sánchez ha incorporado al acervo español. ¿Lo hace por convencimiento íntimo e ideológico? Probablemente no. Sobre todo si ha hecho carrera en una partido esencialmente jacobino en sus esencias. Lo perpetra porque es lo más conveniente para sí mismo y sus vacuos intereses. Siempre he sostenido a tal respecto que la historia le juzgará aún peor que a su cuate Rodríguez Zapatero, que ya es decir.

PSOE+Podemos+ERC+PNV+Bildu es el bloque que hay que contemplar en su conjunto porque los intereses espurios actúan como argamasa indestructible. Ahora y posteriormente. Feijóo contempla ese escenario cierto. Por eso se aplica en su llamamiento persistente a los militantes y votantes otrora socialistas para que abandonen el desvarío de seguir apoyando a un dirigente que ha traicionado al «PSOE verdadero». Se refiere, sin duda, al de Felipe González, porque el histórico ha navegado precisamente en la dirección sanchista. No hay que caer en espejismos.

Frente a ello, hay dos caminos. Intentar repetir las mayorías absolutas de Aznar (año 2000) y Rajoy  (2011), cosa complicada tal y como se han puesto las cosas. Otro, aglutinar desde el PP a todo el bloque de centroderecha y derecha.

Lo otro conduce directamente a la melancolía. Y no parece que la situación esté para caer en esa sima.