La España que trabaja a pérdidas se rebela contra Sánchez

huelga transporte

A partir de la próxima semana, la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte volverá a la huelga, un paro que amenaza con provocar problemas de desabastecimiento como los vividos hace meses. Hartos de las promesas de un Ejecutivo que se comprometió a que no tuvieran que trabajar a pérdidas y que no ha impulsado medida práctica alguna para evitar el problema, los transportistas no estarán solos, porque a los paros podrían sumarse los taxistas, los portavehículos y las grúas de asistencia en carretera afectados por el encarecimiento de los carburantes. También los agricultores y ganaderos se sumarán al paro: «Ya lo hicimos en marzo y nuestras reivindicaciones siguen siendo las mismas que hace meses porque aún el Ejecutivo no las ha solucionado», añaden. Y es que la situación que atraviesa el campo español es crítica, pues los costes de producción han subido un 30% más que los precios que se pagan a los agricultores y ganaderos. En estas circunstancias, trabajar es imposible, porque el sector se enfrenta a un aumento de los precios de los carburantes, un encarecimiento de los piensos para los animales y un alza de la factura de la energía en las granjas que ha provocado que decenas de instalaciones cierren sus puertas de forma definitiva en lo que va de año.

En definitiva, noviembre amenaza con convertirse en un mes de alto voltaje. Quienes van a alzar su voz contra el Gobierno tienen toda la razón, porque lo que no resulta admisible bajo ninguna circunstancia es que haya sectores que tengan que trabajar a pérdidas. Y es que no estamos hablando de subidas de sueldos, sino de no perder dinero trabajando. Eso es lo que reclaman los colectivos afectados ante la pasividad de un Ejecutivo que se limita a poner parches. Por cierto, ¿dónde están los denominados sindicatos de clase? ¿Qué fue de UGT y Comisiones Obreras? ¿Dónde andan? Muy sencillo: poniendo el cazo.

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