Escuchen a Sánchez arremeter contra Del Pino y sabrán por qué se va Ferrovial
Ha sido escuchar al presidente del Gobierno cargar -citándole por su nombre- contra el máximo ejecutivo de Ferrovial, Rafael del Pino, al que ha acusado de no estar comprometido con España, para entender perfectamente las razones que han llevado a la multinacional española a trasladar su sede social a los Países Bajos. Resulta inaudito que un presidente del Gobierno utilice una rueda de prensa para atacar a un empresario, algo que hasta ahora era la tónica de sus socios podemitas. La grave descalificación de Sánchez a Del Pino supone un salto cualitativo en la estrategia de estigmatización del sector empresarial impulsada por el Ejecutivo socialcomunista y abre una brecha de imprevisibles consecuencias entre el Gobierno y las cotizadas del IBEX.
Si alguien tenía dudas sobre la decisión de la constructora y si alguien se preguntaba qué quiso decir Del Pino cuando habló de buscar «seguridad jurídica» en los Países Bajos aquí tienen la respuesta. Con este Gobierno y con este presidente, émulo de populistas, es imposible encontrar un mínimo marco de estabilidad. Cuando un presidente del Gobierno se dedica a insultar en rueda de prensa a uno de los empresarios de mayor peso en el panorama nacional -otros como Juan Roig o Amancio Ortega ya sufrieron en sus carnes los ataques del Ejecutivo-, está claro que no se dan las condiciones mínimas para que algunas de las multinacionales españolas puedan impulsar sus negocios en libertad.
Porque puede discutirse la decisión de la constructora de trasladar su sede social fuera de España, pero en cualquier democracia mínima asentada es impensable que un presidente del Gobierno pueda atacar de forma zafia al máximo responsable de una de las mayores empresas nacionales. Y como ya no es la primera vez, y como ya otros dirigentes empresariales han sufrido en sus carnes los ataques de un Ejecutivo con tics cada más totalitarios, no sería de extrañar que, en estas circunstancias, otras grandes multinacionales le dijeran a Sánchez «ahí te quedas».