Opinión

Errejón no es el podemita más degenerado

Aunque ahora militase en el fracasado Más País y fuera elegido diputado por Sumar, coalición de la que ejercía de portavoz parlamentario por decisión de Yolanda Díaz; Íñigo Errejón siempre será un podemita, adjetivo que no sólo califica a los miembros del partido morado del que fue fundador, sino que ha adquirido un significado más amplio que abarca a toda la extrema izquierda surgida a raíz del movimiento 15-M. De entre todos los podemitas, Errejón no es el más degenerado, por muy lamentable que resulte el comportamiento, profundamente machista, misógino y abusador, del que quería representar el neofeminismo comunista patrio.

Esta nueva extrema izquierda a la que pertenece Errejón está plagada de condenados por los más variados delitos, así como de implicados en escandalosos casos de abuso de poder, delitos sexuales, pederastia, explotación de menores y todo tipo de violencias machistas. Veamos algunos ejemplos a modo de pequeño resumen. La misma Yolanda Díaz, que promovió a Errejón como portavoz pese a que conocía las denuncias que existían contra él, también ocultó hace algunos años un escándalo de pederastia y pornografía infantil que afectaba a uno de sus asesores en Galicia, promoviendo la expulsión del partido de los denunciantes.

Pablo Iglesias, deseaba «azotar hasta que sangre» a la periodista Mariló Montero y presumía de ser el «macho alfa» y un «marxista convertido en psicópata»; se insinuaba a sus alumnas de la Complutense con frases como «voy al baño a refrescarme, te espero ahí»; y la misma Rita Maestre contó que sus alumnas recibían sus «miradas lujuriosas». Irene Montero fue acusada de usar durante meses a sus compañeras de partido, diputadas y asesoras, como niñeras de sus mellizos.

La que fuera diputada y secretaria de Estado, Ángela Rodríguez Pam, llamaba «puta coja» a la entonces líder de Podemos en Galicia, Carmen Santos, que tiene movilidad reducida, porque le molestaba que acudiera a su ponencia sobre feminismo e igualdad de género la que entonces era secretaria general de Podemos en Galicia, tras ganarle la primarias a la propia Pam. El Tribunal Supremo confirmó la condena a Isa Serra por atentado a la autoridad, lesiones leves y daños contra dos mujeres policías a las que está acreditado que insultó con frases tan machistas como: «Hija de puta, puta, zorra; que te follas a todos los policías municipales», «Vergüenza, si fuera tu hijo tendría que cogerte un arma y pegarte un tiro’, ‘Eres cocainómana», «mala madre, hija de puta, con todo lo que hemos luchado las mujeres, contigo se pierde todo, no te quieren ni tus propios compañeros».

Pablo Echenique fue condenado por contratar «en negro» y no pagar la Seguridad Social de su asistente, pese a estar recibiendo una prestación económica de cuidados precisamente destinada a ello. La lista es interminable. El diputado Alberto Rodríguez fue condenado por patear a un policía. El diputado Jorge Luis Bail, condenado por resistencia a la autoridad y lesiones. El secretario de comunicación de Podemos, Juanma del Olmo, condenado por llamar «violador» a la víctima de un asesinato. El líder de Podemos en Madrid, José Luis Nieto, condenado por robo con violencia e intimidación. El diputado Eugenio Romero, condenado por el asalto al Centro Regional de TVE. El miembro del Consejo Ciudadano de Podemos, José Oliver Martínez, condenado por posesión de droga. El diputado Pedro de Palacio, condenado por un delito contra la libertad sexual de una niña. El concejal Casiano Antonio Hernández Hernández, detenido por abusos sexuales a una menor. El candidato Salvador Salvatierra de Toro, detenido por explotación de menores, prostitución y explotación sexual… y esto es sólo un resumen.

Es difícil elegir quién es el más degenerado en una extrema izquierda plagada de pederastas, violadores, drogadictos, machistas abusadores y perversiones de todo tipo. Más bien parece que Errejón no habría podido prosperar en un partido de delincuentes, si él hubiera sido íntegro, moral y honesto.