El uso interesado y partidista del lenguaje
El concejal imputado Javier Barbero tiene un enconado enfrentamiento con sus subordinados del Colectivo Profesional de Policía Muncipial (CPPM) después de llamar «fascistas» a algunos de sus integrantes. No obstante, en vez de afrontar el problema de un modo directo y buscar una solución para acercar posturas con ellos, prefiere correr una cortina de humo sobre el caso y dedicarse a hacer malabares partidistas con el lenguaje para renombrar una de las divisiones de la Policía Municipal de la capital de España. Una actitud irresponsable, ya que está condenado a entenderse con los agentes por el bien general de Madrid y de los madrileños. Sin embargo, y lejos de cualquier atisbo de reconciliación, el jefe del área de Salud, Seguridad y Emergencias ha decidido que la ‘Unidad de Atención y Protección a la Familia’ (UAPF) pase a llamarse ‘Unidad de Apoyo y Protección a Mujeres, Menores y Personas Mayores’ (UAPM). Un fatuidad en el fondo pero que en la forma desplaza el concepto de ‘grupo familiar’ y la institución social que representa por una individualización aislada de cada componente.
Este cambio es algo más que una mera variación estética. De alguna manera supone también un prejuicio contra el concepto de ‘familia’. A pesar de estas variaciones, el procedimiento de dicha unidad seguirá siendo el mismo en la práctica. Barbero, y por extensión Carmena, continúan perdidos en cuestiones inanes como éstas mientras que omiten soluciones a los problemas que de verdad afectan al día a día de todos los ciudadanos. A la ya crónica suciedad que coloniza las calles de la urbe, hay que unir otro aspecto que dificulta hasta el paroxismo el día a día de todos los madrileños: el tráfico. Llama poderosamente la atención la ausencia de propuestas por parte del Consistorio a la hora de gestionarlo de un modo efectivo y evitar así que las calles se conviertan en una ratonera. El Ayuntamiento de Manuela Carmena sigue nadando en la superficie de los problemas mientras que las personas sufren las consecuencias de una ineficaz gestión en el fondo.