Delitos de odio y de apología del terrorismo consentidos por Sánchez
No será porque OKDIARIO, hasta en dos ocasiones, se pronunció editorialmente contra la ignominia que suponía permitir las concentraciones convocadas por organizaciones palestinas próximas a Hamás en las que se conmemoraron, el pasado fin de semana, los salvajes atentados de la organización terrorista Hamás perpetrados el 7 de octubre de 2023, los que marcaron el principio de la respuesta de Israel contra Gaza. Es -decíamos- la expresión más palmaria de la maldad y de la infamia.
Asegurábamos en vísperas de las concentraciones «que los convocantes están incitando al odio. Estamos ante un delito de enaltecimiento de terrorismo y no hay motivo alguno para permitir que la izquierda radical consume lo que representa una gigantesca infamia, un bastardo apoyo a Hamás»
Pues bien, después de que el Gobierno de Sánchez permitiera que se celebraron las concentraciones, la Policía está investigando ahora, tras la denuncia de Israel, si durante las mismas pudieron cometerse delitos de odio. Vamos a ver: la convocatoria en sí misma ya era un delito de odio, pues los organizadores instaban a celebrar el día de la gloria, ese 7 de octubre en que Hamás asesinó a más de 1.000 personas en un ataque terrorista que el pasado fin de semana fue celebrado por los asistentes a las marchas.
El delito de odio era evidente, tanto como el enaltecimiento del terrorismo y, sin embargo, la Delegación del Gobierno de Madrid permitió que se celebraran los actos de homenaje a Hamás. La comprensión del Ejecutivo de Sánchez con el fenómeno terrorista empieza a ser inquietante: los presos etarras verán rebajadas sus condenas y Hamás se ha convertido en el mayor fan del Gobierno. Eso sí, a este Ejecutivo se le llena la boca con los delitos de odio, pero siempre vinculados a la «extrema derecha». Cuando el delito lo comete la extrema izquierda entonces ya no hay odio. La investigación policial sobre lo acaecido en Madrid es relativamente sencilla: el odio y la apología del terrorismo lo inundaron todo.