Biden pone una cruz al Gobierno español y corta cualquier interlocución con Sánchez

Consciente de que la posición del Gobierno radicalmente contraria a Israel – tras su ofensiva militar en Gaza en respuesta a la brutal matanza de los terroristas de Hamás- ha distanciado a España de la unidad de acción de la mayoría de naciones de la OTAN, los intentos de Pedro Sánchez pasan ahora por explicarle al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, algunas de las decisiones tomadas por el Ejecutivo socialcomunista. Dentro de unos días se celebrará en Washington una cumbre de la OTAN y el presidente del Gobierno ha pretendido hablar sin éxito con el máximo dignatario estadounidense para hacerse comprender. La respuesta de la Casa Blanca ha sido contundente: plantón total a Sánchez, no tanto -que también- por el reconocimiento unilateral de Palestina, sino, sobre todo, por el desplante del Gobierno español a la misión militar internacional en el Mar Rojo. Esa afrenta se la ha tomado Biden muy en serio y, hasta el momento, todos los intentos de Sánchez por ablandar al presidente de Estados Unidos han caído en saco roto.

Moncloa ha hecho todo lo posible por lograr un encuentro cara a cara entre Biden y Sánchez en Washington, pero la respuesta de la Casa Blanca ha sido negativa. La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, llevan varias semanas trabajando en el papel a desempeñar por Sánchez en la cumbre. Tanto en el plano de la discusión de la propia OTAN como en materia diplomática, pero lo fundamental en estos momentos es cambiar la opinión negativa que Biden -y otros mandatarios de la OTAN- tienen del Gobierno español. Esto es algo que obsesiona especialmente a Sánchez: que pueda ser en la próxima cumbre de la Alianza Atlántica objeto de reproches. Hasta tal punto que lleva intentando hablar por teléfono con Biden desde hace varias semanas. La respuesta es siempre la misma: el presidente de Estados Unidos está muy ocupado.