Almeida devuelve la magia a los niños de Madrid

Almeida devuelve la magia a los niños de Madrid

De la mano del alcalde de Madrid, José Luis Martinez-Almeida, la cabalgata de los Reyes Magos ha recuperado su tradición, tras años en los que la izquierda radical trató de desvirtuar una celebración religiosa de hondas raíces populares convirtiéndola en una grotesca exhibición de mal gusto. Afortunadamente, el buen criterio y recto sentido del consistorio de centroderecha ha devuelto la magia de la cabalgata, que ha merecido el elogio de todos los madrileños. De las mamarrachadas de los últimos años se ha pasado a una celebración marcada por el respeto a lo que representa la figura de los Reyes de Oriente, ataviados con ropajes propios de una ceremonia que ha recobrado todo su esplendor y grandeza.

Un cambio en toda regla que han agradecido niños y mayores. Es así como la cabalgata vuelve a ser lo que debió ser siempre, una celebración respetuosa con la esencia de lo que representan los Reyes Magos. Las calles de Madrid se engalanaron para recibir a Gaspar, Melchor y Baltasar, portadores de ilusión. Los de antes no eran Reyes Magos, porque el Ayuntamiento de Manuela Carmena, llevado de un laicismo radical rayano en lo ridículo, los convirtió tristemente en figuras estrafalarias. Gracias a Martinez-Almeida, la cabalgata recobra todo su esplendor y esencia para hacer las delicias de los más pequeños. Otro acierto más de un alcalde que ha vuelto a estar a la altura de lo que demanda una ciudad que estaba reclamando a gritos que una fiesta como la de la noche de Reyes no se convirtiera en un circo.

Elegante belleza para una celebración navideña que recupera su razón de ser y se aleja por fortuna de las cutres cabalgatas de Manuel Carmena. Los Reyes Magos vuelven a ser como Dios manda.

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