Sónar 2019 celebra su primera jornada triunfalmente tras superar todos los obstáculos

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Varios visitantes hacen cola para entrar en Sonar+D, el congreso de tecnologías creativas que se celebra anualmente en paralelo al festival de música Sónar 2019. Foto: EFE
Iñigo Artola
  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

La música empezó a sonar este jueves a primera hora de la tarde en todos los rincones de Fira de Barcelona. Sónar 2019 arrancaba tras haber superado varios obstáculos, la cancelación de su cabeza de cartel, que la organización solucionó de manera rápida y efectiva, y la huelga de montadores que amenazaba con cancelar la 26 edición del vanguardista festival.

Pero el conflicto laboral, totalmente ajeno a Sónar, no ha afectado para nada al festival. Unos 30 montadores se manifestaban a las puertas de Fira de Barcelona pero, tal y como declaró su portavoz, su protesta «no va contra Sónar, sólo queremos que Fira se siente a negociar». Así las cosas, Cosmic d’Alessandro dio el pistoletazo de salida a la primera jornada del festival: la del jueves que alarga un poco más su horario diurno para satisfacer las ansias del público y por que para la fiesta nocturna habrá que esperar a este viernes, cuando arranca Sónar de Noche con dos jornadas de cartel impecable.

En paralelo a d’Alessandro, en el auditorio de SonarHall, otra banda española, Berlinist, ofreció una de las propuestas más interesantes de las primeras horas del festival, con la interpretación en directo de la banda sonora del videojuego ‘GRIS’. Un total de 15 músicos pusieron en escena las piezas de estilo ‘dream pop’ que dan sonido al videojuego creado por la compañía Nomada Studio, con sede en Barcelona. Una actuación llena de instrumentación acústica y procesos electrónicos que estuvo a la altura de las expectativas.

Aunque el calor se hacía notar, el sol castigador del julio barcelonés parecía conocer los días de infarto que ha vivido la organización y fue más benevolente de lo que cabría esperar. Aun así el escenario SónarVillage, el principal de la edición diurna, presentaba calvas entre el público que buscaba la codiciada sombra. Aunque se notó cierto bajón en el número de asistentes respecto a ediciones anteriores, lo cierto es que el espacio es vida en un festival. Y ayer Sónar estaba muy vivo. Tanto que en el estreno de SónarComplex, el escenario que acoge los shows más intimistas, el aforo reventó.

Por lo demás, dejando a un lado el mal sabor de boca con el que ha arrancado Sónar por las negligencias ajenas y la dejadez de las instituciones, en lo artístico Sónar 2019 afronta una nueva edición fiel a su propuesta con lo más innovador en el campo de la tecnología dentro de Sónar+D y lo más puntero y vanguardista en el mundo de la música electrónica. La musa venezolana del festival, Arca, sorprendió con su nuevo directo y volvió a enamorar a los amantes de Sónar con su carisma arrollador pero poco convencional.

La iraní-holandesa Sevdaliza combinó el efecto orgánico de la batería con los arreglos de cuerda para ofrecer un espectáculo en tonos R’n’b sembrado de esa sensibilidad dramática que le otorga la propia historia personal de la artista.

El cierre de la jornada estuvo firmado por Caribou, el alter ego artístico más bailongo de Caribou. Si bien no estuvo incorrecto, el DJ pareció no estar muy ubicado. Tradicionalmente el cierra del jueves acostumbra a ser épico ya que de se trata del aperitivo del festival. Tiene que dejar buen sabor de boca y ganas de mucho más. Este jueves, Caribou no defraudó pero tampoco convenció a muchos de los presentes que esperaban, quizás, un cierre más espectacular.

«El mejor Sónar de la historia»

Sónar se celebra este año en unas fechas tardías para un festival que echó raíces en el mes de junio hace 25 años. Fira de Barcelona decidió unilateralmente, y sin opción a la negociación, ocupar durante todo el mes de junio sus recintos con una feria de maquinaria textil. A Sónar solo le quedó el cambio de fecha, ya que como bien dijo uno de sus directores Enric Palau: “No queremos cambiar la capitalidad de Barcelona, pero a veces parece que los que gobiernan la ciudad no se dan cuenta de lo que el festival hace por la ciudad”, dijo tajante. Aunque la organización está claramente descontenta con este cambio de fecha, que esperan no vuelva a suceder, ha hecho de la necesidad virtud programando una serie de artistas más enfocados a aquellos estudiantes a los que los exámenes les impide echar una canita al aire en junio.

Con la esperanza de que el sol no derrita al público de Sónar durante los conciertos diurnos, los programadores han preparado un programa diverso, con fuerte presencia de artistas nacionales, como Bad Gyal, Dellafuente o Cecilio G.

Destacados nombres de la nueva música negra, como Kaytranada o Vince Staples, acercarán el hip hop a la electrónica en Sónar de Noche, en escenarios cercanos a donde Four Tet presentará una sesión totalmente a oscuras.

Esta edición propone además una escucha atenta a los distintos rincones sonoros del mundo, convirtiendo Fira de Barcelona en una aldea global donde la mezcla de razas y orígenes está a la orden del día. Destaca la presencia de las nuevas sonoridades de África, como Petite Noir o Deena Abdelwahed, y de Latinoamérica, con Nicola Cruz y Dengue Dengue Dengue, entre más de 140 actuaciones.

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