Luis Enrique superstar
Luis Enrique es el líder de la selección española. El hombre que se lleva todos los focos. Todas las miradas. Esta España no tiene un Mbappé, un Cristiano o un Messi, pero sí a un seleccionador lleno de carisma que se mueve como pocos cuando todos le miran y gestiona a la perfección estas situaciones. Se siente cómodo y con su trabajo ha sido capaz de ganarse el cariño de una afición que grita su nombre como si el del resto de los jugadores.
En la llegada de España a Zaragoza, los cientos de aficionados que se congregaron a las puertas del hotel jalearon tres nombres por encima del resto. El primero, el de Pedri, que es lo más parecido a estatus de crack que puede tener esta Selección, aunque el canario vive cómodo en un perfil bajo que sube de manera notable cuando pisa el césped. Luego, el de Borja Iglesias, profeta en la que en un pasado fue su tierra. El Panda brilló defendiendo los colores del conjunto maño y el público local no lo olvida. Y por último, el de Luis Enrique. La gente quiere a un seleccionador que ha hecho de este equipo un conjunto muy competitivo capaz de plantar cara a cualquiera.
Luis Enrique asume el papel de estrella sin problemas. No le molesta. No tiene el más mínimo inconveniente en moverse debajo de un foco que le apunta permanentemente. Este equipo tiene su sello y está hecho a su imagen y semejanza. Es una selección de autor que ha demostrado en varias ocasiones que puede aspirar a grandes cosas. La Eurocopa se le escapó por mala suerte y la Liga de Naciones por la decisión del VAR. Dos veces ha estado cerca el asturiano de tocar metal con un grupo de jugadores que vive feliz bajo sus órdenes.
El vestuario quiere a Luis Enrique tanto como la gente. El seleccionador ha sido capaz de hacer un bloque unido que funciona como un equipo. Siempre repite que su plantilla está formada por 40-50 jugadores y de aquí nace la lista para las convocatorias. Pero lo más importante, es que ha conseguido hacer de la selección española una familia. El ambiente que se respira dentro de cada concentración es muy bueno. Muy lejos quedan aquellos tiempos en los que había tensión entre los jugadores.
El amo de su destino
Luis Enrique será el amo de su destino al frente del banquillo de la selección española. En la Federación estarían encantados de poder seguir contando con el seleccionador asturiano. De hecho, no habrían tenido el más mínimo problema de renovarle antes del Mundial de Qatar, como se ha hecho históricamente. Los resultados le avalan. Semifinalista de la última Eurocopa, subcampeón con polémica de la Liga de Naciones, clasificación sin grandes apuros para la cita mundialista y a un paso de volverse a colar en una nueva final four. Pero el técnico funciona con sus tiempos y a su manera. En Las Rozas lo saben de sobra. Y es por ello que tanto Luis Rubiales, presidente de la RFEF, como José Molina, director deportivo, tienen asumido que hasta que no finalice la participación del combinado nacional en el Golfo Pérsico no se sentarán para estudiar una posible renovación.
Luis Enrique quiere esperar a que finalice la participación de España en el Mundial de Qatar para tomar una decisión sobre su futuro. El problema es que por Las Rozas pocos saben qué tiene que hacer España para que el asturiano se incline por seguir o por dejar el cargo de seleccionador. En la Federación unos días están convencidos de que seguirá pase lo que pase, mientras que otros ven muchas dudas sobre su futuro. Una incógnita que Rubiales y su equipo querrían solucionar ya, pero saben que va a ser imposible.